Lo hermoso de nuestra Honduras se encuentra en cada uno de los rinconcitos de este hermoso país, bien sea en sus montañas y cordilleras. No hay duda de cuanta belleza hay escondida por doquier, una de estas es la Sierra de Montecillos, el sitio perfecto para perderse en la naturaleza. Ubicado entre los departamentos de La Paz, Comayagua e Intibucá. Este paraíso lo encuentra a 75 kilómetros de Tegucigalpa.

Este sitio se encuentra a tan solo 1800 metros sobre el nivel del mar, la sierra Montecillos es la cordillera mas baja que existe en el país. Pese a su altura Montecillos tiene mucho que ofrecer para los que se aventuran a conocerla.

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Una hermosa cascada en la que puede darse un chapuzón, luego de recorrer la reserva.

Historia de Montecillos

Debido al considerable daño que recibía la Sierra de Montecillos, en 1986 fue decretada como Reserva Biológica; teniendo como finalidad de preservar la vida natural de la sierra. A la cual se le consideraba como una fuente vital de agua y demás minerales para los pobladores de esas zonas.

La tala ilegal ha sido penalizada por las autoridades para defender la reserva que tiene mucha diversidad de animales y plantas; que hacen de este lugar un verdadero encanto para todos los que visitan esta área, porque logran conectar con este entorno natural.

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Un sitio perfecto para disfrutar de los regalos que da la naturaleza. Foto por: SIDE

Más que un tesoro natural

Dentro de sus bellas montañas que comparten mucha vida silvestre; la Reserva Biológica Montecillos es un paraíso con muchas especies que la habitan, algo que la convierte en un refugio que brinda alojo a mucha vida animal.

En la Reserva podrá disfrutar de todo lo que este sitio tiene para dar; que va desde sus caminos con muchos árboles, hasta su bella laguna que regala una hermosa vista panorámica. Un espacio perfecto para tomar una verdadera postal y llevarla a casa como recuerdo.

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Visitar Montecillos es convivir con los hermosos paisajes, su vegetación y toda su población animal que demuestra ser un verdadero tesoro natural lleno de vida por explorar; usted y los suyos pueden disfrutar de la riqueza que abunda en la zona.