En conmemoración al bicentenario de independencia de Honduras se creó el «Monumento Obelisco» del Bicentenario; la obra se compone de dos columnas unidas con la Bandera Nacional recordando que todos somos hermanos, Honduras somos todos, ese sentimiento que nos debe identificar a todos los hondureños.  

El monumento Obelisco está situado detrás de la Corte Suprema de Justicia donde las autoridades de la empresa privada, Alcaldía Municipal y la Comisión Nacional del Bicentenario de Independencia de Honduras, participaron en los actos de inauguración para que los hondureños recuerden con emoción el Bicentenario en Honduras.  

La obra se puede apreciar en la plaza de la zona de Miraflores, al sur de la capital. En dicha plaza, se encuentran diversos elementos alusivos a los símbolos patrios. Las dos largas columnas componen el monumento, las mismas representan los 200 años de libertad, soberanía e independencia de la nación; y guardará una placa con los nombres en letras doradas de los 200 hondureños, ya fallecidos, más influyentes del Bicentenario. 

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El monumento obelisco tiene un simbolismo patrio y se construyó en conmemoración al Bicentenario de Honduras.

Monumento patrio  

Cabe mencionar, que para la celebración de los 100 años de independencia; se inauguró el Obelisco del Centenario, en la que fue construida con una base hexagonal; en una de las caras de la estructura se vislumbra el escudo de la Federación Centroamericana y, en las demás bases se podía apreciar el escudo de las naciones centroamericanas. 

De igual manera, en la celebración de los 200 años de Independencia, se creó El Obelisco del Bicentenario. Este se compone de dos columnas unidas con la Bandera Nacional; en medio, cinco estrellas, utilizan el cielo como color blanco y las dos columnas pintadas en azul. Por otro lado, grafican en las alturas el Pabellón Nacional que a su vez hacen alusión a los castillos que observamos en el Escudo Nacional. 

Las columnas se erigen desde una plataforma pentagonal que alude al cimiento de Honduras, como unos de los anhelados sueños del general Francisco Morazán de unir a todos los países de Centroamérica; y el capitel agudo de las columnas representan la aspiración del hondureño. Asimismo, la obra representa la belleza del territorio hondureño, la abundancia de la naturaleza, el carácter del pueblo y los símbolos que definen la identidad, como país soberano.

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