Guillermo Anderson, fue un artista hondureño reconocido nacional e internacionalmente por las letras de sus canciones donde siempre destaco las bellezas de nuestro país cinco estrellas. Destacar que este artista catracho formara parte del orgullo, no solo por sus letras sino por lo que representaba para el turismo y la cultura, quien plasmaba su amor a Honduras, en un pentagrama por lo que su música sonaba en todo el país.
Con un estilo muy personal no está encuadrado en un género, si no que en el sentimiento hondureño, dentro del cual popularizó temas que alcanzaron un gran éxito donde hacia homenaje a nuestra cultura y a los destinos más hermosos de Honduras. Y con un menú de canciones donde había espacio para demostrar el sentimiento que debemos tener por nuestro país.
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Ambientalista, amante de ayudar a la niñez y resaltar la cultura y tradiciones de Honduras
¿Quién fue Guillermo Anderson?
El hondureño Guillermo Anderson Nació el 26 de febrero de 1962, en Potreritos, barrio de La Ceiba, quien falleció el un 6 de agosto de 2016 en La Ceiba. Apenas se supo de su enfermedad, diferentes países de América Latina, Europa y Honduras, le dedicaron una serie de conciertos, y muchos tributos. En cada feria o evento cultural suenan sus canciones y otros artistas le rinden homenaje, desde los más experimentados hasta los más jóvenes.
El talentoso catracho desde pequeño escuchó por primera vez los tambores garífunas y en ese momento nunca más lo abandonaron. Los ritmos garífunas (como la “parranda” o la “punta”) son parte esencial de su música, y representan su amor por Honduras, que seguirá vivo a través, de sus canciones.
Luego se fue a la Universidad de California en Santa Cruz, en Estados Unidos, donde estudió literatura, teatro y música. En esa época trabajó en una compañía que hacía teatro para niños y niñas inmigrantes, todas esas vivencias sirvieron de inspiración para futuras obras magistrales. Guillermo Anderson, siempre vivirá porque se multiplico en nuestros corazones a través de sus canciones.
Quien no recuerda el “encarguito” que inspira y saca todo el amor que tenemos por nuestro país. Principalmente nos recuerda nuestras tradiciones y un homenaje a los compatriotas que están fuera de nuestras tierras, pero que se trasportan a nuestro lado con canciones tan maravillosas.
En 1987, Guillermo regresó a Honduras, y creó un grupo que se llamó Colectivartes, integrado por músicos hondureños, e invitaba a varios artistas de Europa y Estados Unidos, para que llegaran a La Ceiba a realizar varios proyectos musicales y culturales.
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Un hondureño cinco estrellas que aún después de la muerte, sigue vivo en nuestros corazones.
Carrera Musical
En la época que Guillermo Anderson cantó para niños migrantes en Estados Unidos, surgió el disco “Para los chiquitos”, que incluye canciones como “Toca la caramba”, “Arroz con leche» y «La rana feliz”. Que transmiten alegría y que sobre todo tienen mucho que ver con el diario vivir de un catracho en cualquier parte del mundo.
También compuso canciones que abordan problemas sociales, como la pobreza y desigualdad. Servir a la comunidad fue otro de sus propósitos: fue participante activo de diversas organizaciones a beneficio de la niñez, los derechos humanos y ambientalista.
Entre sus canciones más conocidas tenemos: “El encarguito”, “El tesoro que tenés”, “Todo está aquí”, “En mi país”, “Pobre marinero”, «Cuando llega el carnaval», “Así te quiero”, “Misquita linda”. Para los amantes de las aplicaciones multimedia su canción más popular en Spotify es “El encarguito” con casi 400mil reproducciones.
El día de su funeral las escuelas de La Ceiba hicieron valla por todo el camino que haría el ataúd del cantautor, desde la Iglesia Catedral hasta el cementerio. Sin embargo, su leyenda se mantiene viva hasta hoy porque representa el sentimiento por Honduras.
