Honduras posee bellos rincones llenos de encantos naturales, que resaltan la belleza del país. En la zona oriente a unos cuantos kilómetros de Tegucigalpa puede encontrar la Finca Santa Emilia, ubicada en Danlí, El Paraíso. Un hermoso rincón que posee un clima agradable, ideal para los que aman convivir con la naturaleza y respirar aire puro, es un lugar perfecto para practicar senderismo.
Aquí las personas podrán tener un contacto directo con la naturaleza que emana de Danlí. El cual destaca por contar con una hermosa cascada para darse un chapuzón luego de una larga caminata.
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Diversión extrema
Nada mejor que explorar la naturaleza y adentrarse en lo que esta posee, donde poder vivir experiencias únicas para compartir en familia, amigos o pareja. En Finca Santa Emilia podrá despegarse del afán diario de la ciudad y salir de su zona de confort.
La actividad más destacada y que sin duda le encantará a quienes aman lo extremo, es: el senderismo, para hacer un largo recorrido dentro de la montaña que sigue la ruta por caminos rodeados de muchos árboles, hermosos paisajes para apreciar la naturaleza y también puede convivir con las especies de animales que habitan la zona, entre los más llamativos están los monos aulladores.
Así como acampar, practicar canopy, los visitantes pueden también, disfrutar de la cascada y posas naturales con aguas cristalinas en las que pueden bañar con total libertad; para poder relajarse luego de un gran recorrido caminando.
Y eso no es todo, ya que por las tardes podrá apreciar los mas bellos ocasos que le permiten aquellos paisajes panorámicos, ideales para tomar una fotografía de recuerdo.
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Mas que un paraíso natural
Finca Santa Emilia es perfecto para vacacionar a demás, de rodearse de las montañas que son un gran atractivo natural; también en ella se cosechan, café, bananos, flores y otros cultivos, lo que te permite también convivir con la producción agrícola.
La finca está localizada en las montañas de Apaguiz, a unos 40 minutos del municipio de Danlí, el precio de la entrada es L70 y el guía L200, lo que la hace accesible para su bolsillo.
Sin duda la belleza de Honduras no tiene limites ni en sus montañas que pegan al cielo, ni en sus ríos que desembocan en las costas, ni en sus mares que bañan las playas, ni en sus frondosos bosques que nos dan ese aire puro, somos afortunados al poder disfrutar de esa belleza.
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