Los vinos artesanales «Mi Madre» son una tradición que impulsa el sabor hondureño en la Villa de San Antonio, Comayagua. Al visitar la  ciudad colonial de Honduras, no puede perderse la oportunidad de degustar esta bebida con propiedades saludables los cuales son elaborados con diversos tipos de frutas exquisitas.

Estos vinos artesanales, han  captado la atención por gran parte de las personas; debido al toque intenso y delicioso que les da doña Carmen Vallares y su hija Karen Ninoska Nazar, quienes son las emprendedoras de esta microempresa.

Mire: Conozca los 5 destinos que resaltan por sus deliciosas bebidas típicas

Vinos artesanales Mi Madre, es una perfecta elección si lo que quiere es degustar de un buen vino.

Calidad y tradición 

Cada uno de estos vinos pasa por un proceso de cinco etapas de elaboración. La primera es lapreparación de la pulpa de fruta, elaboración del mosto, fermentación alcohólica, separación del mostro, envasado y acondicionamiento.

Debido a cada uno de los procesos para la elaboración y la buena aceptación de las personas, han tenido la oportunidad de participar en ferias;  dando a conocer internacionalmente estos productos en Guatemala, República de China Taiwán, entre otros.

Le puede interesar: Vinos San Carlos, un delicioso emprendimiento con sede en Comayagua

Algunos de los sabores disponibles que ofrece Vinos Artesanales Mi Madre, está el de licha, carambolapiña, marañón, mamón y muchos más.

Para añejarlos se realiza el proceso de vino de trianza, el cual consiste en almacenarlos en un barril con 70% de fruta, 30% de agua. Además, son endulzados con azúcar morena, miel, azúcar blanca e  ingredientes secretos que le dan el toque perfecto a estos vinos que han sido completamente una generación y tradición en Comayagua.

Si desea probar y deleitar su paladar con distintos sabores de los vinos artesanales Mi Madre, puede visitar sus redes sociales en Facebook Vinos Artesanales Mi madre y en Instagram @vinosartesanales_mimadre.

Mire: ¡Impresionante! En la Villa de San Antonio, Comayagua crean un laberinto de árboles

Si vino a la Villa y no tomó vino ¿a qué vino?