Los deportes en Honduras están muy arraigados con la cultura de nuestro país, esto gracias a los mayas, quienes nos dejaron este legado. Y como una forma de rendir un homenaje a ellos, la Asociación de Pelota Maya de Honduras (ASOMEPAH), ha decidió realizar el Torneo de la primera Copa Centroamericana del Deporte Ancestral; el cual se realizará en la espectacular ciudad de Copán Ruinas.
En el torneo de pelota maya participaran jugadores del Equipo Nacional de Pelota Maya de Honduras y de los países hermanos de Guatemala y El Salvador. Esta se realizara los días 17, 18 y 19 de diciembre, en las instalaciones del Centro Recreativo Isabel Welchez Villamil y Gimnasio Escuela Mayatan en Copán.
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Historia del Pok-ta pok
Para los mayas el Pok-ta pok era uno de los deportes más importantes, ya que ellos lo jugaban para agradecer a los dioses por la buena cosecha que obtuvieron; así como también para pedir por su protección. Este se jugaba bajo la luz de la luna, el retumbante sonido de los caracoles y el intenso aroma a incienso y copal. En el cual decenas de personas participaban en el ritual religioso más antiguo del mundo maya.
Para jugar el Pok-ta pok eran necesarios dos equipos, los cuales estaban integrados por 5 hombres, quienes debían golpear una pelota hecha de hule que tenía un peso aproximado de entre 3 a 4 kilos. Cabe mencionar que en ocasiones este se jugaba en parejas, así como también existe evidencia de que las mujeres también lo practicaban.
Por ser un deporte muy importante para su cultura los jugadores lucían sus rostros y cuerpos pintados. Pero debido a que la pelota era muy pesada, cada uno de los hombres se protegía su cuerpo con vendas hechas con cueros y telas; así como también usaban rodilleras, hombreras; ya que solo estas partes del cuerpo se podían usar. Este juego tenía una duración de aproximadamente 50 minutos.
Es por ello que para practicarlo era necesario que los hombres poseyeran una buena condición física; ya que este requería de bastante habilidad y esfuerzo para hacer movimientos rápidos y precisos con la pelota, para hacerla pasar por un aro de piedra que estaba unido a los muros laterales del campo. Cabe mencionar que la pelota no debía ser golpeada ni con las manos ni con los pies y tampoco el suelo.
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