En la tumba de Juan Lindo, ubicada en el interior de la Fortaleza de San Cristóbal, hay una placa que destaca su frase célebre: “Puedes ser un gobernante odiado de tu tiempo, pero si quieres que te favorezca el voto de las generaciones venideras, abre escuelas”. Lindo entendió el papel fundamental de la educación en el progreso.