El cubrebocas o mascarilla, un medio para la seguridad y salud, en este sentido aseguran la protección a las personas con la llegada del coronavirus, la demanda de mascarillas incrementó considerablemente en la población hondureña construyendo que mujeres Miskitas realicen este nuevo emprendimiento.

Un grupo de mujeres indígenas vendían empanadas de casa en casa y se dedicaban a elaborar ropa de cama y de vestir en Puerto Lempira, municipio de departamento de Gracias a Dios, Honduras.  De esta manera sustentaban sus hogares con el fin de salir adelante y que no  faltará el pan en su mesa. Sin embargo, la pandemia ha trastocado por completo sus planes.

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Esto fue un golpe duro para más de 70 familias en la zona.  Sabían que esto les afectaría en gran manera, pese a que el panorama era un desafío incierto. En virtud de salir adelante como fuera posible, un grupo de 11 mujeres Miskitas retarían al coronavirus.  Aún así no se dejaron vencer, se reinventaron como emprendedoras de mascarillas.

Los diferentes estilos de mascarillas.

Ayuda para el proyecto

El programa Pueblos Indígenas y Afrodescendientes de Honduras  PIAH, financiado por la Unión Europea y ejecutado por el Consorcio Ayuda en Acción, Fundación en Acción Comunitaria de Honduras (FUNACH), GOAL y MIMAT, impulsaron unas 640 mujeres y jóvenes de los pueblos indígenas que formaron parte de un nuevo modelo de desarrollo económico local.

Además, tramitarán  con autoridades locales para disponer plan de negocio comercial de cubrebocas, en Puerto Lempira y luego llegar al resto de los departamentos.

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El anterior trabajo de las nativas que era activo quedó descartado. No podían circular libremente por las calles o permanecer en lugares públicos, pese al toque de queda nacional establecido por el gobierno que aún sigue vigente y por temor al contagio del mortal virus.

Sin embargo, las nativas ya contaban con máquinas de costura y la experiencia para coser, decidieron comenzar a elaborar diversos diseños multicolores de tapabocas. Abrieron paso a emprender algo diferente para sobreponerse de la crisis, y fabricar mascarillas para seguridad que beneficia a la población. Procesando de 25 a 30 mascarillas diarias en lo que dure la pandemia, implementando las medidas de bioseguridad.

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Mujeres Miskitas elaboran mascarillas.

¿Cómo volver a utilizar la mascarilla?

Las hermosas mascarillas de tela con diseños artesanales serán reutilizadas. Después de usarla debe lavarse con jabón y agua caliente, tender al sol y utilizarse nuevamente, cuando estas estén secas. Como lo indican las instrucciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), este grupo de madres luchadoras su expectativa de producción es de cinco mil mascarillas financiadas por PIAH para ser vendidas a 700 personas de impulso empresarial.

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Los sueños de cada mujer Miskita emprendedora se hacen realidad, gracias al apoyo que cada hondureño. Comprar el producto y recomendar con amigos o conocidos la calidad del fruto de manos hondureñas que sobresalen cuando es hecho con lucha, amor y pasión. Recuerde que puede apoyar al crecimiento en Gracias a Dios, Puerto Lempira, Honduras.