Rumbo a la montaña de Intibucá, a más de 1,850 metros de altura sobre el nivel del mar, se encuentra este remanso de paz y tranquilidad. En la Laguna de Chiligatoro, el viajero puede comer, remar, pescar con anzuelo y comprar rosas o claveles en los viveros adyacentes.

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Es manejada por el patronato de la aldea lenca del mismo nombre y fue desarrollada como un paseo turístico para producir alternativas de ingresos para los indígenas. Chiligatoro es un verdadero oasis, y se encuentra a 30 minutos de La Esperanza, y está ubicada en la aldea que lleva su mismo nombre.

Laguna de Chiligatoro, Intibucá.

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La leyenda del toro negro

Los pobladores de Chiligatoro cuentan que esta laguna de Intibucá salía un toro de color negro y enorme, que salía para asustar a las personas. Sin embargo, las personas llamaron un chaman para que le hiciera una cura, ya que en ocasiones este animal era de color dorado. Para la cura del toro utilizaron un cacho de toro, tres pelos de gato negro y chile, al parecer con este remedio lograron espantar al toro. Y de esta manera le dieron ese nombre de: Chile-gato-toro

Es importante destacar que esta laguna fue construida en 1962 por pobladores de la aldea lenca, ya que su propósito principal era utilizar esta fuente como almacenamiento de agua para sus cultivos.

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Fotos por: Santiago Alejandro Reyes