En nuestro país de cinco estrellas observados diferentes tipos de árboles que nos llenan de mucho orgullo, ya que ellos adornan nuestra tierra como si fuera una obra de arte. Pero, ¿alguna vez se ha preguntando si estos árboles no son peligrosos para los hondureños?
Todos los árboles que viven en Honduras no causan ningún daño para la vida del hondureño, sin embargo, existe uno que es peligroso, por lo tanto, es importante reconocerlo.
El Hippomane Mancinella es el nombre científico del que muchos conocen cómo: «El árbol de la muerte». La razón del nombre es por el ácido en el veneno que poseen en su savia y sus frutos que al contacto con la piel puede causar ampollas, sarpullido y ceguera si se tocan los ojos.
Es tan potente el veneno de la savia que solo estar bajo el árbol en un momento de lluvia puede llegar a causar quemaduras graves en la piel, por la combinación del agua y la leche del árbol.
El árbol de la muerte puede ser encontrado desde las costas de Florida, Estados Unidos pasando por todo el caribe y Centroamérica, hasta llegar a Colombia igual que en algunas costas del pacífico de México.
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El efecto de su veneno es tan fuerte que incluso los antiguos nativos mojaban sus flechas en la savia del árbol para asegurarse de matar a sus enemigos. Se dice que muchos de los exploradores, que navegaron en busca de nuevas tierras, se alimentaron del fruto del árbol creyendo ingenuamente que eran manzanas y murieron.
Una de las razones por las que este árbol es tan letal, aparte de su veneno, es el hecho de que su fruto es muy parecido a las manzanas verdes por lo que muchas personas lo confunden y llegan a consumirlo, provocando hemorragias, inflamación y en el peor de los casos muerte.
Un solo fruto puede causar la muerte de 20 personas.
No es fácil deshacerse del árbol, ya que si se trata de quemarlo, el mismo humo causa ceguera de inmediato y afecta la salud de las personas. Por esta razón, es importante saber más de este árbol que se encuentra en las costas de Honduras.
La única forma de estar a salvo es reconocer el árbol y si lo ve, ¡no se acerque a el!
