Algunas playas del mundo se caracterizan por ser literalmente fosforescentes. Miles de personas, especialmente surfistas y buceadores, acuden a ellas cada año por el misterio y la belleza del mar. En estas playas el agua brilla por las noches gracias a una clase de plancton que se ilumina cuando las tocan.

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Los movimientos de agua producen lo que es conocido como la ola luminiscente. Son olas bioluminiscentes que cuando el plancton entra en contacto con el oxígeno, el movimiento de las olas dispara un láser que genera esa iluminación maravillosa e impresionante.

Una maravilla que regala la naturaleza.

Una maravilla que regala la naturaleza.

Playas con olas fosforescentes

Las olas fosforescentes, suelen darse y verse en playas de climas cálidos y tropicales, porque es allí donde más plancton sobrevive. Estos seres vivos son dinoflagelados que tienen la característica de la bioluminiscencia, es decir, emiten luz siempre que reciben un estímulo. En este caso, es el destello fosforescente que viene porque sienten el choque de agua cuando rompe la ola. Sin duda, es todo un espectáculo.

Estas olas coloridas se han visto en las playas de las Maldivas (País en Asia del Sur), California (Estados Unidos) y México. Cuando cae la noche,  la playa se ilumina dejando un paisaje que parece de un montaje de lo increíble que es. Muchos surfistas aprovechan este destello de luz en el mar para surcar las olas de una forma diferente y única. Pero este fenómeno no ocurre solo cuando cae el sol. Por el día, el mar toma un tono marrón o rojizo, que hace evidente también el poder de la bioluminiscencia de estas algas.

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Este fenómeno se da en horas de la noche.

Este fenómeno se da en horas de la noche.

Cabe destacar que, la naturaleza sigue recuperando su lugar y así como ha sucedido con los animales que aprovechan la soledad de las calles de muchas ciudades que están en cuarentena, los lugares turísticos también respiran y muestran otra cara con espacios limpios, colores cristalinos y la belleza natural que los caracteriza. 

La suspensión de las actividades marítimas y de turismo ha permitido que estos lugares retornen a sus inicios, pero además, que las especies que han sido desplazadas por el hombre retornen para recuperar su espacio.

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