Hace más de 5,000 años en un sector de La Mosquitia vivió una civilización que los científicos e investigadores siguen descifrando con exactitud su desaparición y cultura. Se trata de los habitantes de Ciudad del dios Mono – Ciudad Blanca, un grupo del que poco a poco se logra obtener más datos sobre todos sus misterios.

Ciudad Blanca o “Ciudad del dios Mono” se creyó por mucho tiempo como una leyenda o mito; pero gracias a los avances tecnológicos este sitio ubicado en la Biósfera de Río Plátano es ahora uno de los centros de estudio arqueológicos más importantes del mundo.

Su interesante historia comenzó con varios escritos de Hernán Cortés, un conquistador español que informó sobre una región con “ciudades y pueblos de riqueza extrema” en esta área de Honduras. De esta forma la leyenda llamó la atención de cientos de exploradores y por sus descubrimientos se dieron los primeros indicios de la civilización que vivía en Ciudad Blanca.

Investigaciones sobre los primeros habitantes

Son varias las teorías, pero gracias a los estudios de Eduard Consemius un etnógrafo de Luxemburgo, se detalló la primera mención académica de las ruinas como ‘‘White City’’ (Ciudad Blanca). Así mismo en 1927 lanzó su informe sobre los «Pech de Honduras», una comunidad que habita muy cerca de este destino.

En el 2019, los análisis demostraron que los ancestros de los pech son el pueblo indígena que probablemente habitó este recinto natural, debido a las tradiciones y rituales que aún se mantienen vigentes.

Cabe mencionar que el primer grupo de humanos que vivió en Honduras, según la historia son los Chibchas; fue una comunidad indígena que llegó hace unos 3,000 años al territorio catracho emigrando desde Colombia. Los chibchas crearon asentamientos humanos, y fue así como permanecieron en el oriente de Honduras hasta convertirse en una comunidad pech.

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La primeras investigaciones sobre Ciudad Blanca.

La primeras investigaciones sobre Ciudad Blanca.

Más pruebas

El grupo actual de investigación posee una muestra documentada de testimonios de esta población, que afirma porque son descendientes de las personas que habitaron la zona.

Entre lo que más se asemejan las historias, son en los rituales que realizan a la naturaleza; debido a que utilizan objetos como las 52 esculturas obtenidas en las expediciones como vasijas y más objetos de piedra.

“Los conquistadores españoles les pusieron el nombre de pech que significa ‘gente’ en su dialecto natal. Gracias a las explicaciones de su cosmovisión es que los determinamos como la población más exacta en ser los descendientes de los seres humanos que vivieron en Ciudad Blanca”, explicó Rony Velásquez, antropólogo de la más reciente expedición.

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Los rituales

Para celebrar su cosmovisión,  es decir su forma de ver el mundo realizaban una serie de rituales espirituales que son considerados sagrados. Ellos les rinden honor a nueve hermanos llamados los «Bisnietos del trueno”, también a «Sisimite”; que en el español de Honduras significa un hombre alto y peludo que vive en las montañas, entre otras deidades.

Cada una de estas anécdotas se ha confirmado gracias a la obtención de petroglifos sobre el Río Plátano, por lo que Raphael Girard, un antropólogo suizo sugirió que esta área es un gran centro religioso para ellos.

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Su forma de vida

Los primeros habitantes vivían de lo que la selva les ofrecía, como sus frutos, la caza de algunos animales silvestres y los rituales con semillas de cacao molido o hierbas.

Las hierbas medicinales son su sustento para las enfermedades, pero al no poseer una base de medicina más que para ayudar a las mujeres en el nacimiento de un bebé, se cree que morían de infecciones u otros problemas en el organismo.

Otra curiosidad es que todos sus rituales se orientan a la naturaleza, por lo que pudieron morir al permanecer siempre en el mismo lugar con varias especies de animales y plantas venenosas.

Otros pueblos indígenas

Aunque lo anterior arroja que los pech pueden ser la civilización que vivió por mucho tiempo la fascinante ciudad, los investigadores no descartan otros grupos indígenas.

«Los tawahkas y misquitos también pueden ser los otros grupos que pudieron habitar Ciudad Blanca, por su cercanía al espacio de las ciudades y ciertas similitudes en creencias”, sostuvo Ranferi Juarez, arqueólogo.

Los tawahkas son un pueblo indígena que acostumbran a la siembra y realizan también varios rituales alusivos a la madre naturaleza. Mientras los misquitos son el pueblo que más defiende estas tierras de la deforestación y la ganadería, ellos son protectores y conservadores desde épocas antiguas por lo que no se descarta que sean de los primeros habitantes.

Es de esta manera que en los últimos años los estudios seguirán desarrollándose para determinar con certeza quien fue la primera civilización de Ciudad Blanca.