Iniciar el día con un delicioso desayuno es lo mejor que le puede suceder a uno, ya que nuestras energías se reactivan y andamos felices, como dicen: barriga llena corazón contento. Pero, ¿qué podemos comer a tempranas horas en la capital?

Si transita por las inmediaciones de la colonia La América o por el anillo periférico justamente por Mega Larach y Cia, encontrará a dos caballeros amables ofreciendo desayunos completamente diferentes, uno vende panqueques y otro pan con frijoles. Estos hondureños decidieron emprender estos negocios matutinos ante la necesidad de un empleo.

Paremos por unos “pankekes”

Iniciemos con la historia de Ramón Pineda. A partir de las tres de la madruga este varón se levanta para preparar panqueques, desayuno que no falta en los hogares, por ello, tomó la decisión de vender esta comida en las orillas de la recta del Toncontín.

Pero lo peculiar de su negocio que se llama “pankekes” no solo son sus panqueques si no como lo ofrece. La forma más sencilla de identificar a Pineda es con su gorro y delantal de color rojo, las personas que transitan por esta parada de buses de La América ya sea caminando o en carro les atrae de inmediato su vestimenta y la sonrisa con que ofrece su comida, por lo tanto, sin pensarlo dos veces se detienen y le compran panqueques que tiene un precio módico (LPS 25.00 y 30.00).

Su venta ha tenido mucho fruto, y esto se debe porque él ha implementado nuevos sabores, todo para que el cliente tenga variedad en el desayuno. Ofrece panqueques sencillos y con banano, y son acompañados con miel y mantequilla.

“La necesidad me llevó a buscar una forma ingeniosa de hacer dinero, ya que a mi edad nadie me quiere dar una oportunidad”, comentó el cocinero.

Pineda explicó que su negocio no fuera lo mismo si no tuviera el apoyo de su esposa (Reina Coello) y su hijo (Luis Pineda), su equipo de trabajo que les ayuda a salir con estas ventas que han conquistado el paladar de miles de capitalinos.

Pequeña empresa “Don Teto”

Ahora pasemos con la historia de Héctor Méndez, el hondureño que aprovecha las colas que emergen en el anillo periférico yendo a Unitec.

Méndez, se dedica vender en este punto de Tegucigalpa pan con frijoles, producto que viene empaquetado y sellado con el nombre de su pequeña empresa “Don Teto”.

Este comercio lo inició hace unos cuatro meses y las razones porque decidió ofrecer desayunos en la capital es porque necesitaba un empleo al igual que Ramón Pineda. Además explicó a Honduras Tips que el dinero que recauda lo usa para sustentar su hogar y porque desea que su hija termine la universidad.

Don Teto es otro negocio familiar, que a partir de las 2:30 de la madrugada se levantan para preparar 200 panes con frijoles, huevo, chorizo, queso o mantequilla. Una vez que tiene las comidas listas, Méndez, se dirige al anillo periférico a las 6:00 de la mañana y comienza a ofrecer esta delicia que encaja muy bien con café o jugo. Por lo general, antes de las 9:00AM él ya no tiene panes, así que si usted desea probarlos debe levantarse temprano, porque el que madruga, come panes con frijoles de Don Tento.

“Me dedique al rubro de las ventas por 23 años y eso me dio una idea de emprender con mi negocio, ya que siempre andaba de viaje y buscaba comida en las carreteras y lastimosamente no tenían la mayor higiene ni eran las más ricas “ , dijo Méndez.

Por esta razón, Héctor Méndez se esfuerza de vender excelente panes calientes, que no solo tiene una buena presentación sino un delicioso sabor.

No cabe duda que cuando se quiere se puede solo se debe tener la convicción y ganas de salir adelante este par de hondureños que ofrecen sus desayunos a los capitalinos se han convertido en un ejemplo de emprendimiento.