Con un ambiente lleno de alegría, música y sobre todo mucho sabor, así se desarrolló la gran jornada de celebración del Día Nacional de la Baleada, en el cual se regalaron más de 50,000 baleadas en siete diferentes ciudades del país. Una fiesta gastronómica que sirvió para fomentar el amor por los sabores de Honduras, y que mejor que honrando nuestro platillo representativo por excelencia, la Baleada.

Esta actividad fue organizada por los hermanos Galeano y un grupo de empresarios que tuvieron la idea de compartir no solo baleadas sino también un momento de unidad con los hermanos catrachos.

La jornada comenzó desde tempranas horas en el parque central de Tegucigalpa, cuando cientos de mujeres iniciaron la preparación de las deliciosas y suaves tortillas de harina, el elemento principal de este manjar catracho. A su vez, otras colaboradoras prepararon los frijoles fritos para luego combinarlo con queso rallado y mantequilla, y así iniciar esta fiesta cultural.

En minutos se armaron largas filas de personas que esperaban con ansias su turno para reclamar su baleada totalmente gratis y no cabe duda que la espera valió la pena pues al abandonar la fila se les veía una sonrisa llena de felicidad dibujada en el rostro.

Una actividad que unió a los catrachos

Esta celebración no solo se vivió en Tegucigalpa, también se celebró en otras seis ciudades San Pedro Sula, La Ceiba, Comayagua, Choluteca, Gracias y La Esperanza y en todos estos lugares se cumplió el objetivo ya que se podían observar niños, jóvenes, adultos y ancianos compartiendo momentos de felicidad al degustar las deliciosas baleadas.

Además, este fue un evento que acercó pequeños negocios de las microempresarias que tienen sus propios puestos de baleadas con grandes productores y empresarios los que tuvieron la oportunidad de observar como utilizan sus productos a diario.

Le compartimos algunos de los momentos memorables de la celebración catracha