Casi 200 años de diferencia histórica dividen a Ojojona y Santa Ana, dos icónicos municipios de Francisco Morazán, ubicados al sur de la Tegucigalpa, que  comparten muchas tradiciones y otros atributos  de la zona como  su principal vía de acceso  y el refrescante y ventoso clima.

Ojojona es famoso por su llamativa y bella variedad  obras artesanales de barro y madera tallada a mano de todo tamaño y formas que representan la cultura nacional. Estas piezas son elaboradas por sus habitantes quienes han hecho de este negocio una forma de generar ingresos para sus hogares.

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La atracción principal de Santa Ana son las eólicas ubicadas en el Cerro de Hula en donde los turistas que visitan la zona aprovechan para tomar grandiosas fotografías. Sumado a su  exquisita comidas que elaboran con cultivos de la zona que sin duda le dejan una sonrisa a todo el que deguste de estas delicias.

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Le presentamos algunas diferencias entre Santa Ana y Ojojona que quizás usted no sabía.