El rompopo es una bebida muy popular en Latinoamérica y disfrutada mayormente en las fiestas de fin de año como aperitivo o como digestivo después de las comidas. Estamos en la temporada en donde no puede faltar esta bebida de sabor dulce y aromático que se elabora a base de leche, yemas de huevo, licor y vainilla.

Existen muchas versiones sobre el origen de esta bebida, pero la más acertada es que fue llevada a México por los españoles en 1524, específicamente por los frailes franciscanos durante la época virreinal; época en la que empezó el mestizaje gastronómico en América Latina.

El nombre de la receta original es rompón, sin embargo, en otros países se le conoce con diferente nombre, mientras que en Honduras le llamamos rompopo.

Según la historia de esta bebida tradicional de Navidad, en ese entonces únicamente era preparada en los conventos por las monjas clarisas, y se dice que fueron ellas quienes lo bautizaron como rompope y lo preparaban exclusivamente para autoridades eclesiásticas y personalidades del gobierno, pues para las monjas era prohibido probar las comidas y bebidas que preparaban, especialmente si estas contenían licor, pero con el paso del tiempo se les autorizó que pudieran consumirlo.

Al ver la aceptación que el rompopo tenía, decidieron comercializarlo a sus familiares y amigos logrando así un buen sustento para la congregación. Fue de esta manera como esta bebida se fue dando a conocer, siendo degustada alrededor del mundo y adoptada en diferentes países como la bebida tradicional para las fiestas decembrinas.

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El rompopo está actualmente presente en toda América y su nombre varía dependiendo del país. En Centroamérica es conocido como rompopo, mientras que en Venezuela se le llama ponche crema, en Perú se le dice caspiroleta y el licor que se le agrega es pisco, en México es el famoso rompope y entre sus ingredientes lleva almendras molidas.

Por su parte, en Estados Unidos y Canadá se le conoce como eggnog o ponche de huevo, y es una bebida un poco más cremosa, pero siempre de color blanco, marfil o amarillo pálido, algo espesa y que se suele servir en tazas o copas de pie bajo.

Los últimos meses del año son una excelente temporada para preparar esta deliciosa bebida, ya sea para consumo personal o para que se convierta en una buena fuente de ingreso para las familias.