El cacao hondureño cada año se está destacando dentro y fuera de Honduras. Es por ello que son más personas que se interesar en producir y cosechar este manjar maya, sin embargo,  el catracho Óscar Canales ve el cacao como un fruto que tienen grandes propiedades  y es sinónimo de abrir grandes puertas llenas de  oportunidades.

Óscar Canales es el hondureño que ha decidido orientar sus conocimientos adquiridos como profesional de la biología en la producción de chocolates gourmet tras haber estudiado las propiedades genéticas del cacao criollo que se produce en Honduras.

“En los bosques de nuestro país se ha descubierto que existe la presencia de cacao criollo, un cacao con un sabor más dulce que a nivel mundial está valorado al igual que el oro gracias a su gran valor genético”, destacó Canales.

Su negocio de chocolatería Ek ka-kaw surgió en el año 2010 al tomar inspiración de los lugares más exóticos de Honduras rodeados de naturaleza, haber probado nuevos sabores, colores y texturas durante los viajes que realizó al estudiar la carrera de biología. Su experiencia laborar adquirida en los laboratorios de investigación de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), le han permitido dominar densidades y temperaturas siendo esta última característica la más delicada de trabajar en cuanto a chocolate se trata.

El chocolate artesanal elaborado por el microempresario destaca debido a que el porcentaje de su composición es en su mayoría cacao y además es totalmente orgánica. La materia prima la adquiere del departamento de Cortés, lugar donde las condiciones climáticas son favorables para la producción de sus granos.

La pasión por el manjar surge desde muy pequeño, cuando su madre le enviaba desde Estado Unidos chocolate de alta gama, a raíz de esto comenzó a desarrollar habilidades de catación a una temprana edad, una actividad que además de brindarle grandes conocimientos le provocaba extrañar a su madre.

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Junto a su chocolate artesanal desea posicionar a Honduras como el país con el mejor cacao a nivel mundial ya que conoce el potencial de este manjar «quiero que la gente se vuelva loca por el chocolate hondureño«, agregó Canales.

El nombre Ek ka-kaw

Canales reconoce el gran peso de la cultura hondureña y lo importante que es plasmarla en cada proyecto que realiza por lo que el nombre de su chocolatería de alto lujo se desglosa de la historia de la cultura maya.

Esta antigua civilización utilizaba el término “Ek” para referirse a las más grandes deidades como “Ek Chua” que a su traducción significaría dios del cacao por lo que el oriundo del departamento de Atlántida decidió utilizar el fragmento “Ek” y la palabra “ka-kaw” que significa cacao en maya.

Identidad de país

Óscar Canales se define a sí mismo como una persona que ama a su país y que desea dejar una huella hondureña en todo lo que emprende. En el diseño de sus chocolates ha plasmado imágenes propias de Honduras, tal es el caso de “la bellota de oro” un chocolate en forma de bellota que recibe un baño de pigmentos comestibles dorados o plateados que hacen referencia a la época minera que se desarrollaba en el país donde se extrajo grandes cantidades de plata y oro.

Proyecto de emprendimiento Galería de Diseño Honduras

Canales imparte talleres para compartir sus conocimientos con las personas que quieren aprender a elaborar chocolate. Las instalaciones están ubicadas en Tegucigalpa en las cercanías del aeropuerto Toncontín.

Puede adquirir chocolates de Ek ka-kaw por contacto directo, redes sociales o mediante el proyecto de emprendimiento Galería de Diseño Honduras.

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