Aparte de la gastronomía, bellos animales y las danzas folclóricas, se pueden apreciar las calles, estructuras e iglesias de ambas ciudades. Aprovechando el viaje no solo para comer sino para conocer la belleza que ofrece Honduras.

Nunca nos cansaremos de decir que las calles de Honduras están llenas de historia, vida, color pero sobre todo de cultura.

Intibuca, Iglesia

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