Una obra compuesta por 20 fotografías se estarán presentando desde el 17 de junio de 2016 hasta el 16 de julio en el Museo para la Identidad Nacional, MIN.
Lea la curación de esta obra gráfica que seguramente le cautivará:
“La Urdimbre” de las artistas Celsa Flores y Dilcia Cortés.
Darwin Mendoza, comisario de la muestra
La Urdimbre es el elemento esencial de donde parte la propuesta conceptual artística de Celsa Flores, dimensionada para nosotros por la selectiva dirección focal de la mirada artística de Dilcia Cortés.
La Urdimbre nos remite al inicio de un proceso que, paradójicamente, requiere mucha tensión para la conformación de un material sensible, dócil y maleable como la tela o un tejido en general -metáfora de la piel-. Para Celsa “desafiar la naturaleza y la estructura” de este material es crucial en su bien fundada propuesta artística.
Qué mejor manera de plantear un duelo a la nobleza de estos materiales, que enfrentándolos al desafío de dar forma a la insatisfacción de una alma.
Federico García Lorca nos plantea como “(l)a agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida.”
En un mundo como el nuestro de hoy en día, donde impera un excesivo culto al cuerpo, se nos es cada vez más difícil poder visualizar los estados del alma.
La exposición de La Urdimbre estará casi un mes en el MIN.
Celsa, se enfrenta al reto de indagar esas formas identitarias donde se manifieste esa agonía espiritual inmaterial; Y para ello recurre al cuerpo, ahora bien, el cuerpo aquí solo juega un papel mediático para llegar a la profundidad de esa trama primigenia donde es probable que asome el alma.
En este momento del proceso, Dilcia observa desde diferentes ángulos la vulnerabilidad del cuerpo, vive y reflexiona junto a Celsa esa experiencia dialéctica entre la tensión nuevamente adquirida por la urdimbre y la resistencia del cuerpo.
Es un proceso personal, difícil y en constante cambio. Sólo cuando cree vislumbrar esquinas del alma se apresta a activar su bien lograda técnica fotográfica en espera de poder preservar algunos rasgos visibles.
Por ello, al observar el resultado de éstas capturas fotográficas, tengamos siempre en mente ese proceso performático llevado a cabo por todas las personas involucradas en este importante momento de exploración, y al ver cada detalle de esta sugerente exposición notemos que es “La Urdimbre”, finalmente, la que nos conduce a determinar volúmenes y líneas que pueden dar forma a ese estado agónico del alma que en este momento todas estamos buscando.
Celsa Flores y Dilcia Cortés son las creadoras de esta exposición.
