Durante los años 650 d.C hasta 1050 d.C, existió una comunidad alojada en la cima de un cerro denominado Palenque, ahora parte del municipio de Pimienta en el departamento de Cortés en Honduras. Esta tribu, compuesta mayormente por descendientes de Lencas, fueron los más cosmopolitas de su época.

Dado a la altura en donde vivieron, muchos originarios de Guatemala, Belice y la península de Yucatán, Méxicose establecieron en el Cerro Palenque. Otros motivos complementaron esta decisión, entre ellas la paz, relaciones comerciales y de entretenimiento.

Según los arqueólogos, y por los vestigios encontrados, esta comunidad gozaba de una posición alta, por lo que la denominaban el Paisaje del Valle de Sula. Donde había tolerancia de convivencia entre varias etnias Lencas, Mayas y personas de otros países.

Pieza arqueológica encontrada en Cerro Palenque.

Las personas que vivían en el Cerro Palenque celebraban rituales, fabricaban vasijas y silbatos de barro, además se tiene documentación sobre múltiples  festejos que ellos realizaban.

En la colina más alta del Cerro Palenque se encontraban edificios domésticos, religiosos y monumentales, además de una cisterna. En la actualidad solo se pueden ver pequeños montículos custodiados por el Instituto de Antropología e Historia de Honduras.

Rosemary Joice, arqueóloga del sitio, explicó que la zona fue abandonada en el periodo clásico terminal para el año 850 d.C., sin embargo, su población empezó a construir en las partes bajas del Cerro Palenque, por lo que se convirtió  en una población más grande.

«Para este nueva etapa, los pobladores de Cerro Palenque construyeron una plaza pavimentada de más de 300 metros de largo, un campo de pelota, y una plaza mayor que funcionaba como centro físico y social de la comunidad», enfatizó la doctora Rosemary en sus estudios.

La construcción del campo de juego de pelota en Cerro Palenque, constituye otro cambio importante ya que este tenía un significado ritual, además, de ser una manera de entretener al pueblo.

Entrada del sitio arqueológico Cerro Palenque.

Entrada del sitio arqueológico Cerro Palenque.

Comunidad cosmopolita

Por toda su historia, Cerro Palenque formaba parte de las redes de intercambio con zonas a larga distancia del mundo Mesoamericano.

Debido a la inestabilidad regional (enfrentamientos entre diferentes grupos étnicos de la zona), en la época clásico terminal la comunidad de Cerro Palenque tuvo algunas modificaciones de rutas para evitar los conflictos bélicos, pero no la ruptura de sus conexiones de intercambio. La cerámica local, y ajena, indica unos enlaces más fuertes con El Petén, Belice y las áreas al sur y al este del valle, inferior al río Ulúa.

Cerro Palenque, era la comunidad  más grande en el período clásico terminal en el valle. Gozaba del campo de pelota más grande de la región y además, era un lugar de fabricación de cerámica de pasta fina y de figurillas, aunque no la única en el valle.

Estas ventajas aseguran que Cerro Palenque ocupaba una posición de privilegio, pero no de control político durante el clásico terminal. Es decir, no dominaba a sus vecinos, ni ejercía una hegemonía sobre ellos.

El historiador Russell Sheptak indica en una de sus investigaciones, que aunque el sitio estaba en una posición que podría ser defendida, las excavaciones y el reconocimiento minucioso que se han llevado a cabo en Cerro Palenque, no han descubierto ninguna evidencia de que sus habitantes se sintieron amenazados o que eran belicosos en el período clásico tardío o terminal.

«No hay restos de fortalecimiento, como muros de protección, ni artefactos asociados con la guerra”, reafirmó Adela Méndez, coordinadora de los voluntarios culturales de la Fundación Cerro Palenque.

Por su altura, esta comunidad antigua era preferida para visitas desde Guatemala y México.

Por su altura, esta comunidad antigua era preferida para visitas desde Guatemala y México.

“El valor de estudiar los lugares donde ha vivido gente, más que solo el estudio de la arquitectura monumental, resulta más fascinante en Cerro Palenque”, agregó Adela.

El Cerro Palenque fue un importante punto de referencia en el paisaje social y religioso del bajo Valle del Ulúa. Fue un monumento muy importante que ahora debe ser conocidos por nuestras generaciones.

Visitas

Si desea visitar el Sitio Arqueológico  puede contactarse con Adela Mendez, coordinadora de voluntarios culturales de la Fundacion Cultural Cerro Palenque al correo electrónico: adelamendez1975@yahoo.es