Son dos talentosos artistas de Honduras que han sido acreedores del honor de integrar sus piezas a la Colección de Obras de Arte de la UNESCO, entre las más prestigiosas a nivel mundial.

Dreamers, obra de de Byron Mejía, es una pintura de técnica mixta sobre lienzo, integrando pigmentos naturales y residuos orgánicos con carbón, acrílico y pigmentos naturales. Mide 120 centímetros de altura por 170 de ancho.

Dreamers hace alusión a la situación de inmigrantes que dejan sus hogares cada día para recorrer un largo camino de sueños en busca de un futuro mejor en tierras lejanas; escapando una situación de indiferencia, una mala economía, un estado de desamparo y soledad.

Las tonalidades de café, gris y negro marcan la pieza de Mejía, como las demás obras de su exposición de 2014, “Apología del poder”, que muestran el lado trágico de la humanidad. Hecho en un estilo impresionista, las piezas abstractas de la serie abordan la fragilidad humana y la deshumanización del entorno y los pigmentos naturales dan a la obra su energía.

Creada en 2012, y luego de la aprobación del comité de expertos curadores y museógrafos, la donación de la obra la realizó el gobierno de Honduras en diciembre de 2014 para formar parte de la exclusiva colección de la UNESCO.

Félix Ángel, Curador de Arte del Centro Cultural del BID en Washington, D.C., ha opinado acerca del estilo del pintor: “En su pintura, Byron recurre persistentemente a vacíos en lo que por momentos nuestra visión cae y se pierde, contagiándonos la inutilidad del esfuerzo por encontrar alguna referencia que nos reconforte.”

San Antonio de Oriente, óleo sobre tela del artista visual Tulio E. Velásquez, forma parte de la distinguida y limitada cantidad de obras de arte en formar parte de la colección de la UNESCO.

La pieza, firmada en la esquina inferior izquierda por el artista con fecha de 1991, fue una donación hecha a través del entonces Ministerio de la Cultura de Honduras. Se convirtió en la primera obra de un artista hondureño en incorporarse a la colección en 1994. Mide 48.5  x 43.5 centímetros y refleja el estilo primitivista de Velásquez.

Las «Unidad de Obras de Arte y Proyectos Especiales» fue creado en 2004 para garantizar la gestión y la conservación adecuada, así como la difusión de los conocimientos, de la UNESCO obras de la colección de arte.

Los inicios de este patrimonio artístico de la UNESCO coinciden con la construcción de la sede de la Organización en París, inaugurada en 1958. Desde entonces, ha creado una considerable y diversa colección de más de 500 de obras para embellecer sus oficinas centrales, incluyendo arte de innumerables talentos como los de Picasso, Miró, Afro, Matta, Calder, Giacometti, Tamayo y muchos más; al punto de albergar el patrimonio artístico más grande dentro de las Naciones Unidas.

La adquisición de nuevas obras de arte se realiza a través de un comité de expertos de alto nivel que trabajan en el dominio del arte que evalúan las propuestas de donación recibidas de varios países para asegurar una calidad artística y cultural en la colección.