Apenas a cinco kilómetros del centro de Puerto Cortés, por la salida vieja hacia San Pedro Sula, exactamente unos 50 metros antes del puente Medina, se ubica el Parque Ecológico Turístico Safari. Basta con cinco minutos de recorrido en carretera pavimentada para adentrarse rápidamente, a la altura del barrio Medina, en un ambiente de montaña, de bosque, de vegetación tupida, de altura, que permite al visitante olvidar fácilmente el estresante ambiente citadino para pernoctar plácidamente entre la tranquilidad de parajes y sonidos naturales y el confort de un stage de primer nivel. Es el único parque de su tipo en el municipio de Puerto Cortés, orgullo del puerto y ya declarado como único, salvaje.
Las cálidas aguas azul turquesa de las piscinas adosadas con el fuerte brillo de los rayos solares reciben al visitante para fundirlo en una especie de mar quieto en la montaña. Allí se puede sentir la leve brisa que dejan las corrientes de aguas que, como pequeños riachuelos, van serpenteando el lugar hasta dejarse caer como una especie de cascadas sobre un puente que cruza el escenario ecoturístico.
El descanso es placentero en pequeñas champas cerquita del agua, mientras el eficiente servicio de restaurante permite al bañista degustar los finos platos porteños, que ofrece el menú a la carta del restaurante Monterrey.
El Parque Ecológico Turístico Safari, cuenta con una guía de estudio, donde los niños y niñas de las escuelas y colegios conocen los distintos tipos de árboles y son inducidos al cuidado de la naturaleza, ampliando sus conocimientos con relación a la flora y fauna, a la conservación de nuestros bosques y a mantener un municipio verde.
