Los feligreses garífunas se presentaron una vez más en el altar mayor de la basílica para rendir honor y dar gracias a la Patrona de Honduras.

Esta misa fue al ritmo de los tambores utilizados por esa etnia que año tras año sorprenden a los capitalinos y visitantes.

Sin duda, esta es una de las presentaciones más esperada, porque los afrodescendientes celebran esta festividad con cánticos, danzas y coloridos bailes que inspiran a muchos peregrinos.