En su sección de «Interfaces», Diario La Prensa comparte perspectivas de los destinos de Honduras, incluyendo tips de sitios por explorar en el país y maravillas que para muchos son desconocidas. En su edición de 11 de enero, el tema fue el atractivo natural de la Sierra de Río Tinto. Esperamos que la lectura sea un incentivo para descubrir este verdadero tesoro escondido de Honduras. 

 

Nunca he estado en Río Tinto. Nunca. Y creo que debe ser uno de los destinos que debo recorrer en 2015. De hecho, estas imágenes me las proporcionó el Proyecto Procorredor.

¿Por qué ir a explorarlo? Porque deberíamos tenerlo en mente al hablar sobre la extraordinaria biodiversidad de Honduras. ¿Tan rico es en su flora y fauna?

La Sierra de Río Tinto fue declarada parque nacional en el año 2011. Fue creado, entre otros objetivos, con la finalidad de proteger especies de la flora y la fauna que se consideran escasas o cuyo valor endémico las vuelven extremadamente valiosas. Entre ellas, el cedro, Cedrela odorata, la quina, Exostema caribaeum, la caoba Swietenia macrophylla y la rana endémica Craugastor epochthidius, llamada comúnmente Ranita de Arroyo de las Montañas del Oeste.

También se reconoce el potencial hídrico que posee la zona para la generación de energía (en el año 2012 había 14 proyectos hidroeléctricos en proceso de estudio y aprobación), así como el valor de sus bosques de caoba para madera de exportación.

Pero, ¿dónde se encuentra este escenario tan maravilloso y desconocido?

El Parque Nacional Sierra Río Tinto está al noreste del litoral atlántico, entre los departamentos de Colón y Olancho y tiene una extensión territorial de 88,089.44 hectáreas.

Para ser más precisos (y para los que ya piensan en ir a explorarlo), el parque se orienta de suroeste a noreste y se encuentra entre los cauces del río Sico y del río Paulaya. Limita al sur con la montaña de El Carbón, que es un área protegida propuesta como reserva antropológica, y los municipios de San Esteban y Dulce Nombre de Culmí en el departamento de Olancho.

Al Oeste con el río Sico y el municipio de Iriona en el departamento de Colón. Al este con el río Paulaya y la Reserva del Hombre y la Biosfera del Río Plátano y al norte con el valle que forma los ríos Sico y Paulaya (el río Sico también es llamado Río Tinto o Negro).

Los primeros inventarios de flora reportan 53 familias de árboles, con 144 especies y además, 29 especies de orquídeas. En la parte de fauna se han identificado hasta la fecha 30 especies de mamíferos, 106 de aves, 23 de reptiles y 10 de peces. Entre los grandes mamíferos se destacan las tres especies de monos presentes en el país, el jaguar, Panthera onca, el puma, Puma concolor y el danto, Tapirus bairdii.

En la parte de reptiles y anfibios se destacan el caimán, Caiman cocodrilus, el cocodrilo, Crocodylus acutus, la serpiente barba amarilla, Bothrops asper, y en especial la Ranita de Arroyo de las Montañas del Oeste, Craugastor epochthidius, una rana endémica restringida a quebradas con corrientes rápidas y que ha sido identificada en los bosques latifoliados húmedos entre los 150 a los 1,400 metrossobre el nivel del mar en la Sierra de Agalta, Montaña de Las Marías y algunas zonas del Río Plátano.

Con tanta riqueza todavía por descubrir, la sierra es considerada por muchos investigadores como el último “pulmón verde” del Corredor Biológico del Caribe Hondureño, antes de entrar a la Reserva de la Biosfera del Río Plátano en La Mosquitia hondureña.