La historia de creación de las Fuerzas Armadas de Honduras se remonta a 1825, pero es hasta el 21 de octubre de 1956, tras el derrocamiento de Julio Lozano Díaz, que se instituye esa fecha como el día dedicado a esta institución.

El presidente Julio Lozano había asumido de facto la Jefatura de Gobierno el 5 de diciembre de 1954 luego que el presidente Juan Manuel Gálvez, sintiéndose enfermo el 16 de noviembre de 1954, dejó el poder en sus manos siendo el vicepresidente de la República y se marchó a Panamá.

Don Julio Lozano teniendo el poder y con el claro afán de continuar en él, pretendió legalizarse, convocando a elecciones el 7 de octubre de 1956; los comicios para instalar una Asamblea Nacional Constituyente fueron ganados con amplia mayoría por el Movimiento que él lideraba, los cuales fueron considerados la consagración del fraude y burla contra la ciudadanía.

Esta fue la principal causa para que las Fuerzas Armadas, el 21 de octubre de 1956, incursionaran directamente en los asuntos políticos de la Nación por primera vez; forzando al presidente Díaz a que entregara el poder a una Junta Militar liderada por el general Roque J. Rodríguez, el coronel Héctor Caraccioli, y el mayor Roberto Gálvez Barnes; siendo todas estas acciones recibidas con satisfacción por la mayoría de la población.

Esta Junta Militar se comprometió y convocó a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente, las que se realizaron el 22 de septiembre de 1957. Dicha Asamblea tomó posesión el 21 de octubre de 1957, nombrando al liberal José Ramón Villeda Morales como Presidente Constitucional, que inauguró su gobierno el 21 de diciembre, para el período 1957-1963.

En septiembre de 1957, la misma Asamblea Nacional Constituyente instituyó la autonomía a las Fuerzas Armadas para desempeño de sus responsabilidades y como un reconocimiento por la defensa institucional que esta realizó cuando depusieron a Lozano Díaz; y por devolver al país a la normalidad constitucional, en forma cívica y patriótica; se encargaron también de elegir al coronel Oswaldo López Arellano como jefe de las Fuerzas Armadas.

Conforme la vigente Constitución de la República en el capítulo X, artículo 272. “Las Fuerzas Armadas de Honduras son una Institución Nacional de carácter permanente, esencialmente profesional, apolítica, obediente y no deliberante. Se constituyen para defender la integridad territorial y la soberanía de la República, mantener la paz, el orden público y el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio y la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República”.

 

(Texto tomado de El Heraldo / Fotografías de Jeremías García Argueta)