En el pasado mes de abril se llevó a cabo en la ciudad de Lima, Perú el taller «la Gastronomía peruana como una herramienta de reactivación económica y de promoción turística”, que fue impartido por la Universidad de San Ignacio de Loyola y en el cual participó una delegación hondureña de casi 20 personas, la cual fue organizada por la Cancillería de Perú en Honduras.

Al taller asistieron representantes de la Cámara Nacional de Turismo Región Golfo de Fonseca (CANATURGF), miembros de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) y delegados del Centro Turístico “Los Manglares”.

Durante la jornada se abordaron temáticas importantes a favor de las personas que manejan establecimientos dedicados al servicio de comidas, se explicó de cómo debe ser la construcción adecuada de un menú, las técnicas gastronómicas, la administración y el control de un restaurante.

Asimismo, se brindó una capacitación sobre comidas endémicas y cortes internacionales. Un punto a resaltar fue que, el platillo para el comensal empieza desde la producción, es decir, tener un estricto control sobre el producto que se compra, para velar así por la calidad de los alimentos.

La gira tenía como propósito que a su regreso los hondureños pongan en marcha el proyecto “Revolución Gastronómica de Honduras”, cuyo objetivo es posicionar a la gastronomía hondureña como un elemento importante en la imagen del país, además de registrar experiencias y fortalecer la identidad nacional por medio de la misma.

Revolucionando la identidad nacional por medio de la gastronomía  

Expertos del rubro en el país, consideran crear una identidad gastronómica nacional donde cada comunidad comience a conocer e identificarse sobre la producción que hay en su zona, tanto en tierra y en mar, además, rescatar platillos que demuestren la identidad cultural de los municipios.

Para muchos expertos y conocedores del mundo culinario así como para personas involucradas en el rubro de la hotelería, consideran que la gastronomías es mucho más que una necesidad fisiológica, por lo que debe ser reconocida como un valor patrimonial intangible para cualquier nación, debido a que encierra un sin número de legados, historias, vivencias y prácticas alrededor de los alimentos que se hacen parte de las tradiciones y costumbres.

Monserrat Cateura, chef y propietaria del Centro Turístico Manglares recalcó “Como empresa privada situada específicamente en la Región Golfo de Fonseca debemos apropiarnos y querer la zona, es decir, dejar atrás las importaciones, preferir la producción y mano de obra del Golfo, para el desarrollo de la misma”.

Por otra parte, Romel Oliva, presidente de la CANATURGF concluyó “Por medio de esta experiencia podemos darnos cuenta que tenemos una diversidad de gastronomía que potenciar y llevar a la oferta gastronómica de los restaurantes, para recuperar nuestra identidad nacional por medio la gastronomía”.