Francisco Morazán
Tegucigalpa
La actual capital de Honduras no podía quedar fuera de esta lista, pues su nombre tiene un significado que hace alusión a su geografía. El nombre de Tegucigalpa viene del vocablo náhuatl Taguzgalpa que significa “cerros de plata”.
Como su nombre lo indica, esta ciudad está rodeada de cerros, los cuales se extrajo plata y otros minerales durante la época colonial. Su fundación ocurrió el 29 de septiembre de 1578 con el nombre Real de Minas de San Miguel de Tegucigalpa.
Ojojona
“Lugar de agua verdosa” es el significado de la palabra Ojojona, se cree que esta palabra proviene del náhuatl xoxonqui. Este encantador pueblo minero fue fundado en 1579 por españoles que se dedicaban a la extracción de oro y plata de la zona.
Santa Lucía
Este relajante rincón de Francisco Morazán no siempre se llamó así. Y es que su nombre primitivo fue “Surcagura” (Surcagua) que significa “Lugar de ranas”. Se cree que este lugar fue fundado con este nombre en el año 1500.
Sin embargo los españoles llegaron años más tarde, y atraídos por las ricas minas se establecieron en el lugar. Prueba de ello es la imagen del “Cristo Crucificado” obsequiada el 15 de Enero de 1572 por el Rey de España Felipe II al pueblo.
Valle de Ángeles
El primer nombre del lugar fue, “La Marranera”, dicho nombre pudo deberse a la crianza de cerdos en el lugar, particularmente por la gran cantidad de chanchos de monte que existían en la Tigra y que bajaban a los poblados.
El 1 de abril de 1862, el obispo español fray de Jesús Zepeda cambió el nombre del poblado que algunos llamaban La Marranera y otros Cimarrón, y lo nombró Valle de Ángeles.
Lea también: Estas son las culturas hondureñas que atrapan a los tursitas

