La cultura de un país es el conjunto de expresiones de un pueblo y están consisten en costumbres y tradiciones, practicas, normas y reglas. Por ejemplo, en la manera de vestir, religión, comportamiento y las creencias.
A través de todo el año se celebran en Honduras diversas Ferias patronales como ser: La Feria Isidra de la Ceiba, la Feria Juniana en San Pedro Sula, la Feria Catacamas Olancho, etc.
Puerto Cortés cuenta con una de las ferias más coloridas de la costa Norte de Honduras.
Comida típica hondureña, cuenta con una gran variedad de platillos tradicionales.
El folklore hondureño es muy variado e interesante por los por los elementos culturales que resultan entre varios grupos raciales.
La Esperanza es una ciudad alegre, dinámica que realiza festivales durante todo el año, por tal razón han instaurado el día nacional del folklore hondureño que se celebra el último día del mes de julio.
La música que ha florecido desde mucho antes de la colonia, en donde algunos instrumentos son autóctonos.
Los garífunas son la cultura viva con mayor presencia en el Norte de Honduras.
Literatura hondureña. Entre los escritores más notables tenemos a Froilán Turcios, Juan Ramon Molina, Rafael Heliodoro Valle, Ramon Amaya Amador, Roberto Sosa. Lucila Gamero de Medina, entre otros.
Los estudiantes de Bellas Artes de Tegucigalpa pintaron este mural sobre Ramón Amaya Amador y su Prisión Verde en su ciudad natal.
El Teatro y el Cine. La primera representación teatral se realizó en 1750, al aire libre en la ciudad de Comayagua, a si mismo el primer cineasta hondureño fue Sami Cafati.
La religión. En algunas regiones del país como la zona centro o occidente del país realizan procesiones especialmente durante el jueves y el viernes santo.
Honduras es un país multicultural y multirracial, la composición étnica es la siguiente: 20% blancos 3% negros garífunas un 7% indígenas y el 70% de la población es mayormente mestiza. Cabe recalcar que estos grupos étnicos es lo que finalmente contribuye a la riqueza de la cultura hondureña.
Hecho por: Angelica Carbajal
