La histórica tradición de las coloridas alfombras son el arduo trabajo que llena de color las avenidas del centro de Tegucigalpa, decenas de cuadras se convierten en un libro abierto donde propios y extraños admiran la devoción de quienes de forma voluntaria entregan sus esfuerzos para su prójimo en una enorme muestra de arte y compromiso, estas mismas enriquecen las actividades religiosas del Viernes Santo, en la avenida Cervantes del centro de la capital.
Cada año a esta costumbre le incorporan nuevos elementos, para darle color a la procesión del Santo Entierro. Para este este año, el mensaje principal en los coloridos tapices fue “Hazme un instrumento de tu paz”, en memoria a la oración de San Francisco de Asís, para suplicar por la tranquilidad en los hogares y trabajos hondureños.
A la confección de las mismas se sumaron unos 500 voluntarios jóvenes y adultos, con talento para el arte de la “anilina”, con soporte de aserrín teñido, con restos de marmolina y arrocín, acompañados de colores como el blanco, verde, azul, morado, café, negro y colores fucsias, con los cuales se hicieron combinaciones llamativas, y se gastaron al menos 900 sacos de aserrín.
Por otro lado Nelson Salgado un pintor de más de 40 años en el oficio, explicó su emoción en contribuir para hacer una realidad las alfombras capitalinas «el trabajo no lo hago para el hombre lo hago para Dios porque es un don, si lo hiciera para el hombre sería un talento»
Salgado envió un agradecimiento a todos los capitalinos que por más de 10 años han visto su trabajo con buenos ojos «es inexplicable lo que las personas me hacen sentir, gracias a mi labor» concluyó
Fotografías cortesia de Nadia Arlene Donaire Garcia puedes seguir sus trabajos en Facebook https://web.facebook.com/nadphotographyhn/