A lo largo de tres días, los municipios de La Esperanza e Intibucá vistieron sus mejores galas para celebrar el VII festival del Choro y el Vino. Desde el viernes 3 hasta el domingo 5 de agosto las calles se llenaron de color y alegría en honor a la rica cultura y gastronomía de esta zona.

El festival dio inicio con una exposición y venta de platillos elaborados a base de choro. Los asistentes también degustaron los vinos producidos en ese lugar y pudieron apreciar la vistosa artesanía elaborada por manos intibucanas.

La noche del viernes, la cita fue en la escuela Pedro Nufio, allí se elegió a la reina del festival y la Compañía Artística Intibucana, CAI,   deleitó al público presente con un enérgico espectáculo artístico.

El sábado fue oficialmente el día de fiesta y carnaval. Desde las 11 de la mañana, 8 carrozas y varias comparsas hicieron un colorido y alegre desfile por la calle principal esperanzana.  Imponentes trajes típicos y toda la decoración alusiva al choro y al vino sobresalieron en la celebración.

Durante la tarde, el festival organizado por CANATURH (Cámara Nacional de Turismo de Honduras)  y FUNIDE ( La Fundación Intibucana de Desarrollo),  ofreció un concurso al mejor platillo elaborado a base de choros, más de 5 expertos en la gastronomía llevaron propuestas que gustaron a los comensales.

Cerrando con broche de oro y en un ambiente totalmente carnavalesco  y musical, la agrupación de los Silver Star se hizo presente en el escenario principal para poner a bailar a los intibucanos hasta la medianoche.

Todas las actividades concluyeron el domingo con una agenda deportiva y familiar. Además de una tarde de sopas, los asistentes bailaron al ritmo de la marimba Lentercala.

Sin duda, el Festival del Choro y el Vino, es sólo una pequeña muestra de la grandeza y el calor humano del pueblo lenca en La Esperanza, Intibucá.

 

Por: Johanna Pérez

 

Fotografía: Johanna Pérez

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