Choluteca, la ciudad más grande del sur de Honduras, está llena de historia precolombina. Los Chorotegas, un pueblo comerciante emparentado de los Toltecas, emigraron a esta área desde Chiapas (México) alrededor del año 1000 de nuestra era. El vocablo “Choluteca”, según los versados en la materia, es de procedencia chorotega y significa “valle ancho”.
No existe un consenso sobre el año de fundación de Choluteca, sin embargo si sabemos que el hecho ocurrió en el siglo XVI. Villa de Xerez de la Frontera de la Choluteca, el nombre con que fue erigida, jugó un papel importante durante la colonia gracias a las minas. La riqueza de sus minas fue tal que en 1585 se le añadió el nombre de “Y mis Reales Tamarindos” (la historia señala que las pepitas de oro que se extraían eran tan grandes que tenían forma y tamaño de tamarindos).
Esta herencia española todavía es visible en su casco histórico; uno de los más trascendentes de Honduras. En estas edificaciones nacieron el prócer José Cecilio del Valle, redactor del Acta de Independencia de Centroamérica y Dionisio de Herrera, primer presidente de Honduras. Sus casas aun permanecen en pie en el centro histórico.
Choluteca, el más sureño de todos departamentos de la nación, sigue conservando ese fuerte empuje económico de antaño gracias al sector agroindustrial. Desde la colonia, Choluteca ha sido tierra de hacendados gracias a su potencial agropecuario. Esta es la tierra de comerciantes, camaroneras, salineras, meloneras y grandes haciendas bovinas.
La Sultana del Sur, como es conocida, tiene mucho que ofrecer al curioso visitante amante de la naturaleza. Su geografía oferta destinos como playas, muy visitadas en vacaciones de Semana Santa, y manglares que contrastan con las zonas frías y montañosas cercanas a Nicaragua. Los climas cálidos que reinan sobre el área metropolitana contrastan a la perfección con el agradable frío del área de San Marcos de Colón. Atardeceres espectaculares, inexplorados bosques de mangle, extensas y ricas lagunas de invierno ideales para la pesca y la observación de aves. Un Tip: de septiembre a enero, Choluteca recibe a miles y miles de aves migratorias provenientes del norte y sur del continente. Este es uno de los mejores sitios para la observación de aves migratorias de toda Honduras. ¡Todo un paraíso para los amantes del birdwatching!
Los encantos naturales de Choluteca se suman a sus encantos culinarios; el pozol y quesillo en capas son dos tentaciones que siempre persuaden. Por otro lado, su riqueza cultural es invaluable en cuanto a danzas folklóricas. Choluteca es quizá el departamento de Honduras que más danzas folclóricas originales aporta al acervo cultural del país. Una armoniosa realidad.
Desde hace unos años, Choluteca ha promovido el lema “Volvamos al sur” con la idea de volver por sus fueros. Y lo está logrando.