El monumento a la Constitución de 1812 o popularmente como La Picota, se remonta al Decreto del 14 de agosto de 1812: “Las cortes generales y extraordinarias queriendo fijar por todos los medios posibles en la memoria de los españoles la feliz época de la promulgación de la Constitución política de la monarquía, decretan: que la plaza principal de todos los pueblos de las Españas, en la que se celebre se haya celebrado ya este acto solemne, sea denominada en lo sucesivo plaza de la Constitución, y que se exprese así en una lápida erigida en la misma al indicado objeto”.

En aplicación del mismo, Juan Nepomuceno Fernández Lindo y Zelaya, Capitán del Cuerpo de Voluntarios, solicitó autorización para financiar y construir una columna conmemorativa del cabildo abierto del 9 de octubre, en el que vecinos y autoridades de Comayagua juraron la Constitución.

El trámite quedó recogido en el Diario de las Cortes de Cádiz: “He tenido la gloria de leer nuestra Constitución nacional, y meditarla tres días en esta soledad propia para el efecto.

Es obra del Altísimo: las Cortes no han sido más que un instrumento de la Omnipotencia. Los mismos que la sancionaron no podrán saber de dónde vino la armonía y concierto de esta obra.

Monumento-01
Desde que hubo sociedad en el mundo se ha trabajado por los sabios de todas las naciones sobre establecer un gobierno que no pudiese ser destruido por la anarquía, ni vetado por el despotismo y arbitrariedad: nuestras Cortes, pues, padre, han descubierto con la ayuda de Dios este tesoro: bendito sea.“Con estos pocos folios quiere, volviendo los ojos a nuestra nación, socorrerla en el catástrofe que ha sufrido y premiar su constancia en defensa de la justa causa: por tanto se eternice la memoria, cuanto lo permitan la injuria de los siglos, del día en que se publicó en nuestro Comayagua nuestra felicidad; a cuyo efecto suplico disponga se levante una columna de piedra (pues la tenemos ahí muy buena) en la plaza de la Merced, a la entrada de S. Sebastián, siquiera de quince varas de alto para que sobre su cúspide se coloque una piedra de bronce, esculpiendo en ella la fecha de la constitución, el día de la publicación en Comayagua, los nombres o número de los diputados de que se compone el Congreso, los de los señores de la Regencia, y el del señor gobernador de nuestra provincia (cuya energía, aun antes de publicarse, la anunció en términos de entusiasmar a cuantos hablamos con su señoría sobre el asunto) y nada más”.

Archivo general de Indias en Sevilla, España.

Archivo general de Indias en Sevilla, España.

Recordado como Juan Lindo, el promotor de este monumento participó -décadas más tarde- en diferentes procesos constitucionales de la región siendo elegido Presidente de El Salvador (1841-1842) y del Estado de Honduras (1847-1852).

Este obelisco conmemorativo fue declarado Monumento Nacional el 11 de Octubre de 1972, y junto con el de Ciudad de San Agustín de la Florida Oriental, son los únicos erigidos en esa época que se han conservado en Iberoamérica.

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