Honduras es un país maravilloso. Con todas las bellezas naturales que posee en la actualidad no dudamos que hace miles de años haya sido el lugar preferido para criaturas milenarias hoy extintas, pero que según los estudios paleontológicos existieron en este país.

Le compartimos varias investigaciones que confirman la existencia de dinosaurios en Honduras:

 

Investigación de fundación Dinosaurios Castilla y León

La fundación española de Dinosaurios Castilla y León dedicada a los estudios de paleontología publicó recientemente un artículo llamado “Hadrosauroides de Honduras y el Primer Intercambio Biótico Americano” el cual ha sorprendido y reavivado el misterio de dinosaurios en Honduras.

El documento de investigación digital plantea que En el año de 1971 el entonces estudiante de licenciatura de la Universidad Wesleyana, Bruce M. Simonson, quien servía como asistente de campo en un proyecto de mapeo geológico a cargo de Gregory S. Horne, descubrió el primer dinosaurio de Centroamérica (publicado en la literatura científica en 1994; ver Horne, 1994).

Dicho fósil fue recuperado en el centro-occidente de Honduras, específicamente en estratos del Grupo Valle de Ángeles, de edad Cretácica tardía temprana (Cenomaniano).

El dinosaurio ‘pico de pato’ hondureño lo que plantea es la posibilidad acerca de una hipotética migración de Hadrosauroidea no-hadrosaúridos hacia Sudamérica.

Al respecto, se ha sugerido que Honduras estaba formando parte de un bloque emergido (Chortis) hace unos 100 millones de años (Cenomaniano temprano), el cual se encontraba situado adjunto al suroccidente de México, y por ende, al resto de Laramidia (Mann et al., 2007).

Esto facilitó que los dinosaurios mencionados se extendieran tan al sur por medio de tierras esencialmente continuas. Pero la dispersión desde allí hasta la costa más noroccidental de Sudamérica representaba un trayecto de más de 1000 Km conformado por cadenas de islas volcánicas.

Las islas más septentrionales de dicho arco (arco volcánico Centroamericano) tendrían una mayor cercanía entre sí, pero hacia el sur se extendían brazos de mar muy anchos y profundos, los cuales representarían barreras severas para los posibles migrantes, especialmente para animales terrestres de gran tamaño corporal.

Una ruta alternativa era migrar a través del arco volcánico Proto-Antillano, más hacia el este, pero las barreras marinas eran similares o incluso mayores a aquellas encontradas en la ruta Centroamericana (Iturralde-Vinent, 2006). Esto sugeriría que el arribo de Hadrosauroidea no-hadrosaúridos a Sudamérica fue altamente improbable, a pesar de su ocurrencia temprana en el extremo más meridional de Laramidia.

Lo anterior se apoya en el hecho de que, hasta el presente, no existe ningún registro corroborado de migrantes norteamericanos (dinosaurianos o no) en Sudamérica para el Cretácico tardío temprano, pero sí se registran para el Cretácico más tardío (Campaniano), poco antes del límite K-Pg (Cretácico-Paleógeno).

recorrido del dinosaurio "pico de pato" en América.

Recorrido del dinosaurio «pico de pato»

El registro allí existe, no es virtualmente ausente como se suele suponer para el Cretácico terrestre de la región Circuncaribeña. Así lo demostró el fósil hondureño encontrado por Simonson en una formación pre-campaniana.

Por ello, la búsqueda de nuevos restos de Hadrosauroidea (Hadrosauridae) en unidades geológicas continentales del Campaniano del bloque Chortis (Sur de Guatemala, Honduras, El Salvador, norte de  Nicaragua) y el sur del bloque Maya (parte de Guatemala, Belice, la península de Yucatán) constituye una labor más que justificada para el esclarecimiento en detalle de este caso de migración y diversificación asociado al FIBA.

Este documento redactado por la Fundación Dinosaurio CyL nos hace creer que podríamos estar ante una oportunidad histórica para el turismo. Si nos gustaban las películas de “Jurasic Park” podría estar pensando en llamarle “Jurasic Honduras Park”.

Cabe mencionar que Honduras es el único país de Centroamérica que aparece documentado en el Museo Nacional de la historia de la naturaleza en su sección de “Departamento de paleontología

 

Fuente: Fundación Dinosaurio Castilla y León

 

Otro descubrimiento de dinosaurio en Olanchito, Yoro

Hueso encontrado en el Río Aguán de Olanchito, Yoro.

Hueso encontrado en el Río Aguán de Olanchito, Yoro.

La unidad de biología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras publicó el 28 de octubre un documento sobre el periódico The Montreal Gazzette de Canadá, donde se publica la noticia sobre el descubrimiento de un probable  hueso fósil de dinosaurio encontrado en las selvas de Olanchito, Yoro, Honduras en el año 1933. Otros documentos confirman con evidencias de que Honduras fue casa de algunas clases de dinosaurios hace unos miles de años atrás.

Copia de un artículo sobre el hallazgo jurásico en Olanchito, Yoro

Copia de un artículo sobre el hallazgo jurásico en Olanchito, Yoro

Fuente: Unidad de biología de la Unah

 

Fósiles en Comayagua

En cuanto a la paleontología, han recolectado fósiles de un Megaterio (oso perezoso gigante) y una variedad de caracoles.

En cuanto a la paleontología, han recolectado fósiles de un Megaterio (oso perezoso gigante) y una variedad de caracoles.

Honduras es el único sitio de Centroamérica donde se han encontrado restos de dinosaurios, se trata de un animal que los expertos denominan Ornitópodo que pudo ser un Iguanodonte o bien un Hadrosaurio, cuyos restos fueron encontrados en 1971 a 10 kilómetros de Rancho Grande, Comayagua y muy cerca de San Luis,  descubrimiento documentado en “A mid-Cretaceous ornithopod from central Honduras”  donde se calcula que el ejemplar vivió hace 100 millones de años.

En el Museo de Antropología de Comayagua usted puede observar el enorme femur y la cadera del Oso Perezoso Gigante, restos encontrados en las riberas del río Humuya.

Fuente: A Mid-Cretaceous Ornithopod from Central Honduras