Ubicado al sureste del departamento de Lempira, Valladolid de Las Mercedes es un tranquilo pueblo rodeado de pequeñas mesetas, grandes precipicios y altas montañas revestidas de verdes pinos. Sus bosques conservados, permiten que esta área goce de un clima fresco y agradable, y aunque poco a poco se esté desarrollando esta comunidad, sus pobladores preservan la calidez y hospitalidad.

El ambiente de paz de esta zona de Lempira se vio interrumpida por el acontecimiento del 14 de julio de 1969, en la invasión contra Honduras por el régimen del gobierno salvadoreño de esa época. El vecino país, en su afán de ejecutar planes de conquista, intentó invadir el territorio hondureño y apoderarse de pequeñas poblaciones situadas en la frontera de ambos países.

El Salvador fracasó en su plan de conquista, y como consecuencia de la guerra, hubieron desastres. Los pueblos fueron saqueados, hubieron pérdidas económicas, muertes, se incendiaron viviendas y se quemaron los registros históricos del lugar de Valladolid.

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Se dice que existe un libro antiguo escrito a mano con una pluma de zopilote, éste ha venido de generación en generación entre la familia Vásquez. La versión es confirmada por el señor Augusto Vásquez quien ahora posee dicho manuscrito. Él asegura que aunque le faltan varias hojas, en el se guardan relatos de los comienzos del pueblo y  construcción de la iglesia.

A pocos días de lo ocurrido por el enfrentamiento de estos dos países, se firmó un tratado de paz que consistía en la reconciliación de ambas naciones, dando por terminado cualquier conflicto de guerra.

Inicios

La comunidad fue fundada originalmente en la aldea Los Patios con el nombre de Colopel, luego fue trasladada a Los Naranjos debido a que se localiza en la cumbre del cerro Las Delicias. Éste es un lugar con un clima agradable para vivir, y a medida que la comunidad iba creciendo, se fueron trazando calles, avenidas y se construyeron más obras de beneficio comunal.

Por el año de 1850 a 1860 este sitio se constituyó como municipio con el nombre actual de Valladolid de Las Mercedes, nombre cuyo origen es por insinuación de un sacerdote misionero originario de Valladolid, España, el padre Mejía.

El sacerdote fundó las misiones de Lempira incluyendo las misiones Franciscanas de Valladolid. Eventualmente vivía en El Salvador, donde murió en la década de 1060. Su cuerpo fue trasladado a Valladolid de Las Mercedes donde fue enterrado en el atrio frontal del templo católico del pueblo.

Actualidad

Valladolid de Las Mercedes hoy en día es un apacible pueblo que fácilmente se puede admirar a lo lejos de entre sus emblemáticas montañas. Un dato interesante es que la iglesia Católica fue el primer trabajo colectivo, y mancomunado, realizado por aproximadamente 30 pobladores, entre ellos españoles y otros nativos de comunidades vecinas que se trasladaron a vivir al lugar. Ahora se dedican más a trabajos de agricultura en el cultivo de granos básicos.

Ellos aún manifiestan su fervor religioso en las diferentes celebraciones como Semana Santa, Corpus Christi, Sagrado Corazón de Jesús, Virgen del Carmen y de Mercedes. Pero sin duda, la de más importancia es la feria del Patrón San Antonio de Padua.

La coordinación de las actividades religiosas comúnmente han estado a cargo del mayordomo de la imagen de San Antonio, junto con la ayuda del Comité Pro Feria, que algunas veces se ha organizado. Además, en Valladolid de Las Mercedes, los festejos patronales comienzan a principios de mayo con la llegada de juegos mecánicos y comerciantes de su país vecino El Salvador, finalizando los actos especiales y solemnes en junio.

Curiosidades del lugar

Al sur, aproximadamente a dos 6 kilómetros de la cabecera municipal, en el camino que conduce al municipio de Arcatao, El Salvador, existen unas piedras llamadas Piedras del Tigre. Éstas poseen grabados análogos cuyo significado aún es desconocido por los pobladores. Lo que se dice en la zona, es que probablemente tiene relación con los Lencas.

Aunque no poseen hasta el momento una valoración científica, se dice también que los primeros habitantes de esta área llamaban a estas rocas Tenakateka, que en náhuatl significa Piedra labrada del tigre o tigrillo. En ellas existen varias grutas con dibujos pintados de animales y descripciones numéricas en alto relieve.

Los pobladores afirman en general que desde la fundación de este municipio, se tiene datos, que en tiempos de la colonia era montaña inhabitable de difícil acceso, que solo el cacique Lempira podía transitar por sus dominios que se extendía hasta el pueblo de Arcatao, que en aquel entonces era hondureño. Actualmente Piedras del Tigre se conserva en abandono, porque como afirman sus habitantes, se le brinda poca importancia a las reliquias históricas de esta zona.

Entre la piedra y la cima del Congolón, casi en línea recta de occidente a oriente, se localiza un alto cerro llamado Gualacapa. Éste se ubica específicamente en medio del valle bañado por el río Mocal. Su figura asemeja al Coyocutena, teniendo en su cima arranques de casas antiguas y una calle empedrada con muros de retención, de la misma forma que los restos antiguos encontrados en Coyocutena.