Permanecen en el agua o en el aire y de esa manera se convierten en uno de los principales atractivos turísticos para las personas que visitan el Golfo de Fonseca.

Sin duda alguna que las diferentes especies de aves que forman parte del rico ecosistema que tiene Honduras en el océano Pacífico invitan a los nacionales y extranjeros a realizar un encuentro inolvidable con la naturaleza. Las aves que se pueden observar a corta distancia de las playas son de diversas especies y tienen diferentes estados de residencia.

Muchas especies residentes del país hacen migraciones locales o altitudinales, es decir que pasan la mayor parte del tiempo volando.

De acuerdo con los estudios realizados por autoridades del Instituto de Conservación Forestal, Vida Silvestre y Áreas Protegidas (ICF), con participación del Comité para la Defensa y el Desarrollo de la Flora y Fauna del Golfo de Fonseca (Coddeffagolf), en este sector del país se cuenta con aves residentes reproductoras, que son las especies que se reproducen y se quedan en el lugar.

También se cuenta con la residente migratoria, que son aquellas especies que emigran desde el norte y se quedan desde julio hasta junio, con mayor número a finales de septiembre hasta mediados de abril.

Otras son la transeúnte migratorio, es decir, aquellas especies que emigran del norte, pero siguen más hacia el sur de Centroamérica o hasta Sudamérica.

 

Bahía de Chismuyo

La mayoría de las aves se pueden observar en la bahía de Chismuyo en el Golfo de Fonseca, área protegida por parte de las autoridades gubernamentales que cuenta con una superficie de 316.16 kilómetros cuadrados, situada en la zona costera sur occidental de Honduras, en el departamento de Valle y en la jurisdicción de cinco municipios, entre los que se encuentran: Alianza, Nacaome, Goascorán, Amapala y San Lorenzo.

La mayor parte de la bahía de Chismuyo está cubierta por humedales con bosques densos de mangle, que se convierten en atractivo para una gran variedad de aves migratorias y residentes. Se estima que en este sector de Honduras se cuenta con 52 diferentes especies de aves distribuidas en 25 familias, con un total de 4,661 aves.

Se considera que la familia de aves más diversa es la Ardeidae con ocho especies diferentes de garzas, entre las que se encuentran: Trigrisoma mexicanum, ardea alba, ardea herodias, ardea alba, egretta thula, egretta caerulea, butoridaes virescens, nyctanassa violácea y cochlearius cochlearius.

Las especies de las cuales se puede observa mayor cantidad es el gavilán, zopilotes cabeza roja, cigüeñas, ibis blanco, cormorán y gavilán migratorio.

Los especialistas consideran que de las 52 especies de aves que hay en el Golfo de Fonseca 28 son residentes reproductoras, es decir que se reproducen en el país y se quedan; mientras que 12 especies son residentes migratorias, es decir que emigran desde el norte y se quedan en el país en épocas aproximadas a finales de septiembre hasta mediados de abril. Además, once especies tienen tendencia a ser residentes reproductoras y residentes migratorias.

Solo una de las especies es transeúnte migratoria, es decir que emigra desde el norte, pero siguen su recorrido hasta llegar a Sur América, en este caso la especie es un rapaz Buteo swainsoni, un Gavilán, el cual se observa en grupos de hasta 1,200.

El grupo con mayor número de especies que se encuentran en el Golfo de Fonseca incluye las garzas, especies que prefieren hábitats con aguas superficiales de poca profundidad. Lo que más llama la atención de los turistas es carismático plumaje y cantos de las aves, los que se convierten en el principal atractivo como potencial turístico.

 

Tomado de Diario El Heraldo