El viaje comenzará recorriendo algunos de los pueblos de “la ruta lenca” como La Campa, San Manuel, Colohete, San Sebastián, San Marcos de Caiquín, Gracias y Belén, los cuales se encuentran en las cercanías de la ciudad colonial de Santa Rosa de Copán.

No puede ir a Honduras y no conocer el famoso Parque arqueológico de Copán. Es uno de los mejores observatorios astronómicos de la época, con el que los sacerdotes consiguieron que el pueblo les aclamase ya que desarrollaron un modelo de monarquía, basado en las predicciones, que conseguía garantizar el orden cósmico y así controlar al pueblo.

Continúa hacia el norte para conocer una cultura totalmente diferente: la garífuna.

Este pueblo afrocaribeño vive principalmente en la costa de Honduras (en La Ceiba, Tela) donde conocerás sus contagiosos bailes típicos, degustarás su gastronomía y participarás en su forma de vida.

Si es un enamorado del sol y la playa, acércate hasta Cayos Cochinos (salen ferries diarios desde La Ceiba), una reserva biológica por ley formada por dos islas pequeñas (Cayo Mayor y cayo menor) y por 13 cayos más pequeños donde destacan los arrecifes más vírgenes de Honduras. Disfruta aquí de distintas actividades acuáticas y ve a Cayo Chachahuate para convivir con una pintoresca comunidad garífuna antes de viajar a Belice.

Desde Puerto Cortés (cerca de San Pedro Sula) coge un barco hasta Placencia y de ahí a la siguiente parada, Hopkins, donde además de disfrutar de la preciosa playa, seguirás conociendo a los garífunas.

Estas playas toman vida durante los atardeceres ya que es costumbre que los garífunas deleiten a sus visitantes con sus bailes típicos, como el baile de “John Kunnu”, vestidos con sus trajes típicos, así que pasa el día disfrutando de diferentes actividades acuáticas y al atardecer disfruta de la música afrocaribeña.

Publicado por www.visitcentroamerica.com

 

Tomado de Diario La Prensa.