Con modelos tridimensionales a escala que muestran figuras humanas, vehículos e incluso seres imaginarios, el Museo del Niño El Pequeño Sula busca atraer la atención de los miles de niños sampedranos a sus instalaciones, con el ánimo de mostrarles el arte de los dioramas.

Esta propuesta poco conocida en el país pero muy innovadora y vanguardistas, vendrá a romper las tendencias de los tradicionales escenarios que se están acostumbrados a ver en un cuadro o retrato.

La exhibición que se inaugura el 12 de junio de 2015 y que estará por un lapso de seis meses en El Pequeño Sula, lo llevará a ver escenas seculares y comunes desde otro ángulo; desde una perspectiva muy diferente.

Serán un total de 17 dioramas los que el público podrá apreciar, en ellos verá recreados acontecimientos trascendentales en el mundo: guerras, hermosos paisajes e increíbles inventos, todos hechos a base de materiales caseros, forman parte de las grandes creaciones que estará al alcance de la población.

El objetivo de la muestra es difundir y promover en Honduras una nueva manera de hacer arte, y de igual manera, mostrar a las personas importantes eventos que han sido un hito en el mundo.

Asimismo, se pretende llevar a las nuevas generaciones productos distintos y divertidos que los hagan distar un poco del mundo cibernético en el que se encuentran sumergidos en la actualidad. Ya que, la exposición no solo busca que los niños se entretengan viendo las piezas, sino que despierte en ellos el interés de quererlas realizar.

Una mente brillante

Roberto Danilov es el artífice de tan geniales obras, un hombre emprendedor que influenciado por su padre comenzó desde los cinco años de edad a realizar sus primeras invenciones en el mundo de los dioramas.

“Un diorama cuenta una historia, recrea el drama de algo que ha sucedido o de un evento ficticio. No es otra cosa que un  cuadro en 3D a escala, que usted puede contemplar desde cualquier ángulo”, expresó el artista.

Danilov tiene la meta de impulsar esta práctica para que la sociedad hondureña y sobre todos los niños encuentren una distracción. “Todo está en quererlo hacer, en tener la inspiración y paciencia, ya que un proyecto así requiere mucha prueba y error”.

Para esta mente brillante el mundo de la recreación tridimensional es algo verdaderamente fascinante, y aunque se encuentra consciente de que este tipo de invenciones tienen mucho éxito en Europa y Asia, espera que en Honduras también llegue a ser una nueva tendencia artística.