Escápese a uno de los municipios de Santa Bárbara con clima agradable y propicio para un paseo familiar.

Ubicado a unos 15 kilómetros de la cabecera departamental, este municipio está rodeado de cerros que lo engalanan como el Montuca, Loma del Zacate, Maneto, Cerro del Vigía, Las Lajas, La Peña, La Cuesta y Rumaldita o Cerro La Cruz. La ciudad se mantiene fresca casi todo el tiempo.

“Estamos cerca de montañas que están vírgenes y que nos dan ese aire puro. Lo más bello que nosotros tenemos es el clima. Ventilamos un aire puro, después de eso una tranquilidad. Hasta la fecha nosotros salimos a la calle a cualquier hora de la noche y nos sentamos a las calles a platicar sin ningún problema”, contó el maestro jubilado y ahora vicealcalde, Manuel de Jesús Izaguirre.

Como en todo el territorio patepluma sus tierras son propicias para el cultivo del café.

“A la gente de aquí hábleles de café. Los meses más productivos son de noviembre a marzo, donde se ve bastante movimiento económico. Las amas de casa se dedican bastante a la elaboración de pan”, agregó Izaguirre.

Por eso anualmente la población junto a los estudiantes de los diferentes centros educativos celebran el Día de la rosquilla. Las de cuajada y de maíz blanco son de las más populares en la zona y que encantan al paladar de propios y extraños. En la ciudad hay establecimientos de comida y lugares para tomar una taza de café.

El anacahuite

El árbol anacahuite es la joya de los sannicolasenses y el corazón del parque central, donde a diario reposan sus habitantes. Jóvenes y viejos pasan bajo su fronda por varias horas, mientras los niños juegan libremente.

Según los habitantes, las raíces del árbol son el símbolo de unidad que existe entre las familias del municipio y su sombra representa la de un padre que brinda protección a sus hijos.
Los pobladores recomiendan visitar la ciudad en época de verano, cuando el árbol se viste de verde.

“El árbol es el parque de nosotros. Otro lugar turístico son las cuevas de El Masical, el acceso ahora es mucho más fácil. También ‘El ojo de Agua’ que se está renovando y que era la fuente de los ciudadanos cuando no había agua potable”, contó el maestro, René Mauricio Cortés.

Anécdotas

Los pobladores mayores han contado diversas historias del municipio que ahora repican los jóvenes. El educador, Arbenz Vallecillo Mejía, se ha encargado de postear en el popular sitio de Internet, monografías.com sobre este municipio llamada “San Nicolás, Mi Tierra, Mi Gente”.

Allí cuenta datos históricos y diferentes anécdotas de los viejos pobladores y políticos del pueblo. Una de las más populares es la del alcalde al que llama “Fidel Calabazo”, del cual dicen fue uno de los más honestos.

“Procuró del Gobierno Central los más jugosos subsidios. Hizo el puente que une a los dos barrios de la ciudad. Mejoró los caminos vecinales, eliminó la Policía Municipal, construyó el primer cementerio y por primera vez, las parejas de enamorados podían caminar por las cuatro aceras de la plaza municipal o sentarse en las ocho bancas de cemento que hizo construir bajo las sombra del centenario Anacahuite”, señala.

Don Filadelfo fue reelecto y nombrado como el mejor alcalde de Santa Bárbara, cuenta.

“Era querido por todos los maestros, siempre les pagó con dinero en efectivo, no con timbres y estampillas, como acostumbraban las autoridades anteriores. La gente comentaba ‘Hoy sí hay alcalde en el pueblo’.

Cuando recibió la medalla como el mejor alcalde en todo el departamento, fue también la inauguración de la represa para el agua potable.

La anécdota cuenta que en la fiesta estuvieron las principales autoridades de Gobierno y que la celebración se prolongó. De repente cayó una tormenta y el vigilante de la represa tuvo que interrumpir al alcalde Filadelfo para llevarle una noticia. “Perdóneme que lo interrumpa Don Fidel. A la represa se la llevó el río”, narra el artículo.

Así como esas populares historias hay otras que hacen recordar a diferentes personajes de esa ciudad.

En sus albores San Nicolás era una aldea que se llamaba “La Estancia de San Nicolás”, fue hasta 1850 que se declaró ciudad. Se estima que su población asciende a más de 10 mil habitantes.

El 18 de febrero de 1840 se registra como municipio, y su cabecera como ciudad en 1850”, contó el ex alcalde, Oscar Mejía Amaya, que fungió en dos períodos consecutivos de 1998 al 2006. San Nicolás es el santo que da origen a Santa Claus, por eso en Navidad aquí la alegría es mayor.

 

Tomado de Diario La Prensa.