Totoposte

«Totoposte» tiene sus raíces en la lengua náhuatl.

 

Si bien el castellano es la lengua oficial en la mayoría de Honduras, así como en gran parte de Latinoamérica en general, existen ciertos «hondureñismos» que no se interpretan igual en el país como en la madre patria o los mismos países vecinos. Cada país, dentro de su cultura única, maneja ciertos vocablos y frases con raíces en las lenguas que se hablaban en estas tierras antes del Descubrimiento de América, llamados «americanismos».

Entre las lenguas que han dejado su huella en los “hondureñismos”, se encuentran la lenca, náhuatl y por supuesto, la maya. La Real Academia Española, dedicada a la protección y el registro de nuestro idioma en todas sus manifestaciones, se ha encomendado la tarea de recopilar todas estas palabras, produciendo un diccionario de americanismos con más de 120,000 acepciones.

Hoy, en las vísperas del Día de la Raza, que conmemora el descubrimiento del continente americano hace más de 500 años, les compartimos algunos vocablos heredados de nuestros ancestros indígenas.

 

Raíces lencas

El idioma lenca se hablaba por el pueblo amerindio del mismo nombre, que habitaba el sur, centro y occidente de Honduras. Luego de la conquista, los lencas fueron reducidos en población, se fraccionaron en asentamientos esparcidos o huyeron a refugiarse en las montañas, llegando al punto de casi perderse esta cultura del todo.

Para inicios del siglo XX, desapareció la lengua lenca, y con ella, un extenso archivo de conocimientos que tradicionalmente se habían transmitido de forma oral de generación en generación.

El lenca aún presta parte de las raíces a palabras hondureñas como “sigualepa”, conocido más comúnmente como correcaminos. Al sufijo “lepa” se le atribuye el significado de “jaguar” en lenca. “Sigua” proviene de una palabra de raíz náhuatl que significa “mujer”.

 

La herencia de los mayas

Las tribus mayas, que aún habitan zonas de Centroamérica y México también aportaron al idioma y al dialecto hondureño:

La palabra “chele” o “chela”, que tiene su origen en la palabra maya para “azul” (chel), en Honduras se utiliza como término familiar para referirse a personas de tez blanca, ojos claros y pelo rubio o castaño claro.

Zompopo” es otra palabra de origen maya que literalmente significa “hormiga” (zonm) “grande” (popo).

 

El legado náhuatl

Los pueblos que habitaban partes de América Central y la altaplanicie de México antes de la conquista también dejaron su legado en el castellano hablado en los países centroamericanos. Hoy en día aún se habla el idioma tanto en Honduras como en otros países del istmo y una gran cantidad de vocablos aún forman parte de las conversaciones del día a día.

Del náhuatl conservamos palabras como:

Aguacate, de ahuacatl, que significa “testículo’.

Atol o atole, de atolli (aguado), que son bebidas generalmente a base de maíz servidas calientes.

Ayote, una especie de calabaza, proviene de la palabra ayotli, que tiene el mismo significado.

Cacao, también tiene su raíz en la palabra náhuatl para esta planta: cacáwa o cacáwatl.

Champa, que en Honduras puede significar tanto un hogar construido con escasos recursos como un área social techado de ramas de palma, viene de chamapan, que significa “en la casa”.

Chicle, que curiosamente se ha creído un anglicismo por algunos, proviene de tzictli y más bien es un vocablo que la lengua náhuatl aportó al inglés.

 

Chocoyo

Chocoyo, un hoyuelo, tiene su raíz en chocoa, que significa “llorar”.

Colocho, palabra que significa rizo, se origina de colotl, “alacrán”.

Cusuco es la palabra náhuatl para “armadillo”.

Elote (maíz tierno) tiene su origen en élotl.

 

Atol en un guacal

Atol chuco de Santa Rosa de Copán – servido en un guacal.

Guacal una vasija formada con un fruto proviene de huacalli que significa “angarillas”.

Ocote, una variedad de pino, toma su nombre de ocotl “tea”.

Papalote (también pronunciado papelote) es el nombre que dan hondureños a los cometa de papel. En náhuatl, papalotl significa “mariposa”.

Petate

Petate, una especie de alfombra tejida de hojas de palma secas, es del náhuatl petlatl:“estera”.

Pupusa, que se hace de la masa para tortillas de maíz (y a veces de arroz) rellena de diferentes ingredientes, proviene de pupushaua,  “hinchado”.

Quetzal, es del náhuatl quetzalli, o “hermosa pluma”.

Tacuacín es el nombre popular de la zarigüeya en Honduras y se origina de tlacuatzin.

Ticuco, conocido también como tamal de viaje, proviene de tecuia, “envolver”.

Tile ‘hollín’ en El Salvador y Honduras, del nahua tlilli “tizne”.

Totoposte, una receta tradicional de maíz, tiene su origen en la palabra nahuatotopoch, que significa “bien tostado”.

Zacate se refiere a pasto y proviene del náhuatl zacatl.

Zopilote, un ave rapaz carroñera, proviene de tzopílotl.

 

Si quiere conocer más hondureñismos provenientes de lenguas indígenas de Honduras, le recomendamos visitar el diccionario en línea del Centro Cultural de España en Tegucigalpa. ¡También le invitamos a aportar otras palabras en los comentarios!

 

 

Hecho por: Carmen Rivera