Tomado de: Diario La Prensa

El templo Margarita es otro de los más recientes hallazgos en el parque arqueológico Copán Ruinas. Los mascarones de este majestuoso santuario Maya aún no han sido exhibidos porque continúan los trabajos de estabilización y relleno de la estructura y los túneles.

El templo revela historias de misticismo que dejan entrever el amplio conocimiento astrológico y artístico de la civilización Maya.

Desde que los constructores iniciaron los trabajos, que tardaron al menos cuatro meses en el año 253 a.C., sus ideas y sobre todo su respeto por los grandes jerarcas quedó registrado en cada tallado. Aunque se encuentra a unos 17 metros bajo tierra en el edificio 16 del parque arqueológico, seguramente pasarán varios años para descubrir por completo el templo Margarita.

Los investigadores se dedican a rellenar y proteger los túneles y las estructuras de los dos mascarones del templo: Margarita y Llenal; mientras tanto continúan las exploraciones para encontrar la puerta de acceso al interior del edificio.“Solamente el Instituto Hondureño de Antropología e Historia puede determinar si se harán las modificaciones para el público. Se pueden hacer, pero tardaría mucho tiempo”, dijo Rufino Membreño, guía del parque por más de 20 años.

El recorrido

LA PRENSA accedió a los túneles que conducen a los mascarones Margarita y Llenal. Una de las esculturas representa a dos pájaros, un Quetzal y un Guacamayo, con sus cuellos entrelazados, y entre ellos el nombre del primer rey de Copán; la otra es un rostro del dios Sol (Kin). Lo extraordinario del templo Margarita es que se ha preservado en excelente estado, incluso con sus colores originales: rojo y verde.

Llegar al mascarón Margarita desde la puerta de acceso tarda tres minutos a través de un túnel oscuro y reducido. Tras recorrer 70 metros y descender 16 metros bajo tierra se encuentra esta impresionante estructura.

Significado

En el mascarón Margarita se hace referencia al nombre del fundador de la dinastía de Copán, el rey K’inich Yax K’uk’Mo’. Rufino Membreño explica el significado: “El nombre del fundador de la dinastía está representado en este mascarón mediante una cara solar conocida como k’inich, ubicada en el pico de dos aves, la Guacamaya y el Quetzal, el glifo verde resplandeciente se llama Yax y está encima de los cuellos de cada ave. El pico, los ojos y la cresta del ave de la izquierda indican que se trata de un quetzal: k’uk’; el pico y las plumas de colores rojo, amarillo y azul descifran al ave de la derecha, una guacamaya cuyo nombre era Mo’. Al juntarlas se devela el nombre de K’inich Yax K’uk’Mo’, cuya traducción es verde Quetzal Guacamayo”. Según investigadores, en esta pared se conoce la vida de esa época.

Un par de metros abajo está el mascarón Llenal, que muestra varias de las convicciones religiosas mayas.

“Se destaca el rostro de un nativo de ojos perdidos y dientes imperfectos que en esos tiempos representaba belleza. A este le llamaban Dios del Día. Bajo ese imponente rostro se encuentra el de un jaguar, animal usado para mostrar autoridad por los jerarcas y recibía el nombre de Dios de la Noche”, explicó Membreño.

Según estudios, los mascarones se repiten en las estructuras exteriores del templo. La historia final de Margarita aún está por escribirse.