La primera referencia que se tiene de La Esperanza, Intibucá es esta blanca ermita edificada en la cueva del pequeño cerro La Crucita, que domina las dos ciudades. Para llegar a ella, debe subir una escalinata.

La ermita está dedicada a la Virgen de la Inmaculada Concepción, conocida también como la Virgen de Lourdes, y adentro se puede encontrar una representación acompañada de Bernardita, testigo de la aparición de Lourdes. Es el escenario perfecto para las representaciones religiosas de Semana Santa y actividades culturales características de la zona, como el Festival de la Papa y el Festival del Vino y el Choro.

Según la tradición, La Gruta fue hecha por gente local y reclusos del centro penal bajo las órdenes del comandante de armas J. Inés Pérez, durante el gobierno de Tiburcio Carías Andino. Se dice que Pérez la construyó para cumplir una promesa que hizo,  porque ocultándose en la cueva logró escapar con vida de sus enemigos.

Desde la cima, podrá apreciar las ciudades gemelas de La Esperanza e Intibucá en el característico clima fresco de la zona.