Durante años, el jaguar ha sido aniquilado y exiliado violentamente de su habitad natural. Irónicamente su mayor predador, el humano, ahora hace esfuerzos por salvar las últimas poblaciones de este hermoso felino

Por Dany Barrientos 

Esta fotografía fue amablemente facilitada por Juan C. Carrasco.

 

Esta fotografía fue tomada en 1998. En ella se aprecia a campesinos exhibiendo el cuerpo de un jaguar capturado en la zona norte del país. Aunque no sabemos con exactitud el número de especímenes que habitan en Honduras si sabemos que la población felina ha comenzado a mellar peligrosamente.

El 1 de marzo de 2012 el gobierno hondureño firmó un acuerdo trascendental. Este pacto suscrito entre El Instituto Nacional de Conservación y Desarrollo Forestal, Áreas Protegidas y Vida Silvestre (ICF) y Proyecto Panthera, una ONG internacional que lucha por rescatar a los jaguares de América, será importantísimo.

En el convenio, el gobierno hondureño se compromete a cuidar mejor las poblaciones felinas para garantizar la diversidad genética de la especie y asegurar las poblaciones que viven en el continente. Recientemente un equipo de científicos de Panthera confirmó que Honduras es clave para que las poblaciones de jaguares del continente sobrevivan; por aquí transitan los jaguares que emigran, en busca de hábitat, hasta distantes sitios como México o Suramérica. Si Honduras se convierte en un refugio seguro, entonces el jaguar podrá sobrevivir en todo el continente.

Los resultados, estiman los encargados de Panthera, serán visibles pronto. Una nueva esperanza para el jaguar se avecina.