Nuevas y viejas historias atrapadas en una herencia de plata…

Por Arturo Sosa

Me gusta. En verdad, me gusta. En estos días pasados, recorrí cuatro de los principales centros culturales de Tegucigalpa y no pude menos que terminar con una enorme sonrisa. En todos encontré exposiciones de fotografía. En todos.

Para aquellos que amamos la fotografía y que vivimos de ella (no sólo como profesión sino también como alimento del alma), nos sentimos finalmente a gusto. La fotografía se ha entronizado en el gusto de los públicos capitalinos y de los centros culturales locales.

El Museo para la Identidad Nacional, MIN,  tiene en su primera planta la exposición “La región de Tohoku –Reconstrucción para un futuro mejor” la cual les comenté la semana pasada. Sin lugar a dudas, esta exposición demuestra el agradecimiento del pueblo y gobierno de Japón ante la solidaridad mostrada por todos los pueblos amigos por la desgracia del 11 de marzo del 2011. Pero además, nos muestra el inquebrantable espíritu japonés de sobrellevar las adversidades con dignidad y con una sonrisa.

La Galería Nacional de Arte abre sus puertas para mostrarnos una exposición realmente histórica y un verdadero deleite para los amantes de la buena música: “Jam Session: embajadores del jazz alrededor del mundo”.  Gracias al patrocinio de la Embajada de los Estados Unidos en Honduras y el Instituto Hondureño de Cultura Interamericana, IHCI, la ciudad puede aprender sobre el proyecto “Embajadores del Jazz” creado por el Departamento de Estado norteamericano a mediados de los años 50 y que terminó en los finales de la década del 70. El proyecto era sencillo: llevar a todo el planeta la libertad creativa y estética de una música auténticamente estadounidense: el jazz.

Durante todos esos años, figuras de la talla de Louis Armstrong, Duke Ellington, Dizzy Gillespie, Count Bassie o Charlie Byrd, viajaron llevando su música a muchos países y las fotografías que vemos en la exposición nos muestran escenas y momentos espontáneos de esos tours. Las imágenes son verdaderas joyas para los amantes del género musical y de la fotografía.

La Alianza Francesa abandera a un joven prometedor y le abre espacio para su primera exhibición individual. Orlando Lanza nos invita a conocer  “Vancouver”, la ciudad canadiense donde él vivió por un tiempo. Un aire “retro” en las impresiones nos habla de un apasionado de la manipulación digital y de nuevas formas de apreciar la arquitectura urbana. Un buen punto de partida para animarse a registrar nuestra propias estructuras citadinas ya con un aire más contemporáneo. ¿Habrá alguien que esté interesado en hacerlo?

Finalmente, debo confesar que sucumbí ante la exposición “Parábola” en el centro Mujeres en las Artes o más conocido como MUA. Doce creadoras centroamericanas, lo mejor de lo mejor, nos revelan esos tejidos entrelazados que las definen como mujeres, sin importar la geografía, el tiempo, la profesión o el nombre. Una de las mejores exposiciones que he visto en Tegucigalpa en los últimos meses.

Para los interesados, la Alianza Francesa abre sus puertas de 8 AM a 8 PM en sus instalaciones en el barrio Lomas del Guijarro. La Galería Nacional de Arte abre de lunes a sábado de 9 AM a 4 PM y los domingos de 9 AM a 2 PM.

Pareciera que la herencia de los antiguos granos de plata de la película fotográfica toma forma en nuestra capital. Me recuerda lo que me decía mi maestro en el Centro de Capacitación de Kodak: “Es la permanencia de la imagen…el poder de lo haluros”.