Por Laura Bermúdez En Punta Ratón la noche da la impresión que nunca acaba. A partir de cada mes de septiembre, bajo el cielo estrellado del sereno pueblo pesquero comienza la jornada de patrullaje. En búsqueda de proteger el anidamiento del maravilloso reptil marino en peligro de extinción: la tortuga golfina.

Por Laura Bermúdez

Punta Ratón es una playa de arena volcánica,  extendida a lo largo de 8 kilómetros en el litoral del municipio de Marcovia, aproximadamente a una hora en carro desde Choluteca.  El poblado bañado por las aguas de del Golfo de Fonseca, es  uno de los lugares predilectos de anidamiento de la tortuga golfina.

Aquí se encuentra el proyecto de conservación  que protege la especie Lepidochelys olivacea. Este hermoso animal de color verde olivo se encuentra actualmente en peligro de extinción según la lista de UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza). En los últimos años,  esta especie se ha visto afectada gravemente debido a factores de contaminación ambiental y depredadores humanos.

La mejor época para presenciar el desove  es en septiembre. Se realizan expediciones nocturnas donde se recorren la playa en búsqueda de las tortugas golfinas. Solo caminar en la playa de noche  ya es una experiencia soñada (la cantidad de estrellas que se ven son incontables), pero encontrar una tortuga es sublime.  Los oriundos  de la región dicen que durante el desove, la tortuga entra en  una especie de “trance” donde es posible tocarla y acariciarla. Gracias al proyecto COPROTOGOLF (Comité para la Protección de la Tortuga Golfina) el número tortugas va en crescendo y cada vez, las noches se vuelven más agitadas en Punta Ratón.

En el proyecto de conservación  participan -además de los encargados- voluntarios y estudiantes, apoyando en la tarea de la recolección  de huevos. Estos se acogen cuidadosamente en una cubeta, en fin de llevarlos sanos y salvos al vivero, donde se protegen de los depredadores. Aproximadamente cuarenta y cinco días después, ocurre la eclosión de los huevos y  nuevas tortuguitas llegan al mundo.

La fauna marina es un mundo fascinante y dentro de sus mágicos atributos, está la sorprendente bioluminiscencia. El término se refiere a la capacidad de ciertos animales de emitir luz. Las tortugas marinas representan una oportunidad única para presenciar este asombroso fenómeno de la naturaleza. La tortuga que recién sale del mar  podría traer en su caparazón algas bioluminiscentes  y de ser así, usted logrará  observar los mágicos destellos de luz en su caparazón. ¡Una experiencia casi irreal!

El mes de octubre y noviembre son ideales para ser partícipe de la liberación de los neonatos. Se trata de proteger a los pequeñuelos en su compleja travesía hacia el mar. Está comprobado que pocos de ellos lograrán convertirse en adultos, sino más bien en alimento para otros animales.  Pero los pequeños héroes que sobrevivan,  continuarán con la perpetuación de la especie. Algún día volverán a la playa que los vio nacer; su instinto intrínseco  los traerá de vuelta para iniciar el ciclo de vida una vez más. ¿No es la naturaleza  simplemente perfecta?

La visita a Punta Ratón, será fascinante para aquellos que consideran la conservación un pilar importante en sus vidas. Si usted es de los que aman el turismo  verde y sostenible,  no se puede perder este extraordinario encuentro con la tortuga golfina.